Mauricio Macri viajó a Estados Unidos para dar una charla en la Universidad de Georgetown, evitó dar precisiones sobre su futuro político inmediato y criticó sin miramientos a los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela, Gabriel Boric, de Chile, y Gustavo Petro de Colombia.

El expresidente argentino compartió escenario con el escritor Moisés Naim para hablar sobre política en América y se turnaron para explayarse sobre temas como democracia, populismo, y los liderazgos que se presentan en la región. Pero, interpelado por Naim sobre sus planes para competir en la presidencia, ante un auditorio que en su mayoría estuvo conformado por los estudiantes latinos de Georgetown, Macri afirmó: «Estoy muy feliz donde estoy».

“Enseño en todo el mundo y tengo estas oportunidades, y ayudo a los nuevos líderes de mi partido que están trabajando duro. Y les explico que lo más importante hoy en día para un líder es tener ideas de líder y construir un buen equipo. Hoy en día ya no hay magos, tenemos que tener un equipo para cambiar la realidad por todos estos nuevos retos a los que nos enfrentamos. Estoy muy emocionado. Por ahora, estoy en esa posición. Gracias por preguntar”.

Con estas palabras, el líder del PRO mantuvo su actual estrategia, no dar definiciones pero a la vez, seguir interviniendo en la interna del partido. Y en esta nebulosa, si bien se mostró convencido de que Juntos por el Cambio volverá a tener las riendas del país luego de las próximas elecciones, mantuvo el misterio que desvela a muchos: ¿pese al estrepitoso fracaso de su gestión, intentará regresar a la Casa Rosada?.

Hábil en su estrategia y leal a su ideología, Macri se concentró en criticar a otros presidentes latinoamericanos, como Gustavo Petro de Colombia, a quien le vaticinó que «destruirá las cosas» sino se modera o a Gabriel Boric, de Chile y el intento fracasado de reforma constitucional. «Afortunadamente Chile no aprobó esa reforma loca». También criticó a la gestión de Alberto Fernández en Argentina y aseguró que «ha perdido el rumbo, sin plan y sin camino y estamos sufriendo las consecuencias». “Pero afortunadamente todo eso va a cambiar para bien el próximo año. Los ciudadanos han aprendido. En 2015, todo el mundo quería un cambio político pero no un cambio económico. Ahora todos entienden que tenemos que cambiar todo el sistema y ser parte del mundo”, afirmó.