El jefe de interbloque Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados, Mario Negri, consideró que el presidente Alberto Fernández “debería retirar el proyecto de ley de reforma judicial y comenzar de cero en la búsqueda del consenso».

El legislador cordobés, sostuvo que se debe «elegir entre todos qué se quiere reformar de la Justicia -en el marco de ese consenso- y después ver cuándo se envía el nuevo proyecto al Congreso”.

“Nosotros no estamos en contra de que el Congreso trabaje, lo hemos estado haciendo, lo seguiremos haciendo. Creemos que hay que ir recobrando la normalidad, con los protocolos de sesión que corresponden, que se vayan adaptando”, amplió el parlamentario.

Sobre este tópico, expresó que “los temas de trascendencia institucional, que son estructurales, que son de largo debate, que pueden tener muchos dictámenes de minoría, que significan discusiones, polémicas y votaciones divididas, hay evitar tratarlos en sesiones remotas”.

En el mismo sentido añadió que “todos los Parlamentos que se han puesto de ejemplo para lo único que sesionan es para votar leyes de consenso vinculadas al coronavirus”, agregó.

“No somos un grupo de diputados al que retan desde el oficialismo para que vayan a sesionar y a hacer lo que ellos quieren. Eso no. Para eso estamos en democracia, para eso la gente votó de una forma o de otra”, manifestó indignado. 

“Recuerden que cuando nosotros mandamos una ley compleja (en referencia a la reforma previsional) casi nos tiran abajo el Congreso aquellos que ahora dicen que no podemos plantear que temas importantes se discutan de otro modo. ¡No es cierto que estemos planteando sesionar en un hospital o llevar el virus y repartirlo en las bancas!”, enfatizó el legislador.

En cuanto al proyecto de reforma judicial, Negri señaló que “cuando se va a reformar un poder de la democracia no se lo modifica sólo para la conveniencia del Gobierno. Se reforma para varias generaciones, porque la gente va a seguir votando”.

“Esto nació nonato, mal, porque una reforma judicial de esta magnitud precisa consenso. Observamos que la agenda privada de la vicepresidenta (Cristina Kirchner), por sus problemas con la Justicia, pasó a ser la agenda pública del Gobierno. Esto es sólo una reforma penal, que nada beneficiará al ciudadano de a pie, por eso la gente sospecha”, finalizó.