Desde este martes las facultades y escuelas de la Universidad Nacional Rosario (UNR) contarán con una herramienta de intervención para que la respuesta institucional ante las violencias sexistas «deje de ser el silencio, la naturalización y la reproducción del patriarcado», señalaron desde la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores.

Esto llega luego de que el Consejo Superior de la UNR  aprobara el protocolo y su reglamentación. La sanción de la iniciativa y su respectivo Plan de Acción «implican un gesto que puede devenir transformador: hacerse cargo que la Universidad es un territorio atravesado por el patriarcado y las violencias que este régimen social y cultural impone», lanzó Laura Ferrer Varela, secretaria general de Coad.

De esta manera, la UNR asumió institucionalmente la necesidad de dar una respuesta a las demandas y exigencias de un sinnúmero de denuncias que han sacado del ámbito de lo privado estas situaciones de violencia, acosos, abusos sufridas cotidianamente en las facultades e institutos para convertirlas en un diagnóstico común y un programa de acción. Las repercusiones de las publicaciones en las redes sociales o el alcance de la campaña «10 MIL FIRMAS X un Protocolo» son indicadores de las dimensiones de la demanda.

No obstante, este gesto precisará de los recursos indispensables para materializarse. «Desde la propia redacción del texto advertimos sobre este tema», alertaron desde Coad «No hay políticas de prevención y erradicación de la violencia de géneros sin asignación presupuestaria y personal calificado para llevarlas a cabo», agregaron

«Hemos ganado una enorme batalla, la de concientizar a nuestros representantes institucionales de la necesidad de manifestarse a favor de un Protocolo y Plan de Acción, una herramienta de trabajo que finalmente estará a tono con las demandas de un movimiento de mujeres que marca la agenda política actual, y que servirá también para generar campañas de sensibilización, visibilización e incorporación de la perspectiva de género a los contenidos curriculares y prácticas académicas y profesionales», concluyeron.