El gobernador bonaerense y precandidato presidencial, Daniel Scioli, advirtió hoy que la Argentina «no necesita un shock ni cambio traumático», al rechazar la posibilidad de un ajuste, aunque reconoció que deberán hacerse «correcciones» en la política económica en el próximo Gobierno, tras reunirse con la cúpula de la UIA, que elogió su propuesta.

Luego de una reunión de una hora, Scioli intercambió elogios con el presidente de la central fabril, Héctor Méndez, y defendió el modelo económico del kirchnerismo y volvió a destacar el trabajo del ministro de Economía, Axel Kicillof, cuestionado por la cúpula empresarial.

Méndez dijo en una conferencia de prensa conjunta que el trabajo entre lo público y lo privado es «capaz de construir un país» y destacó que el gobernador «dio siempre muestras de tener capacidad de tolerancia y construcción, y hoy lo demostró una vez más».

«Es rica, es muy rica su propuesta. Pero yo lo conozco desde hace muchos años y es subjetiva mi opinión. Yo rescato que estemos sentados en una mesa, que se digan las cosas que se dijeron y se oigan los consejos y reclamos sobre lo que se puede hacer el día de mañana para construir la Argentina», señaló Méndez.

Mientras que Scioli llegó invitado a la sede de Avenida de Mayo 1147 con el ´traje´ de candidato oficialista con mayor posibilidad de competir por la presidencia, según especulan los propios empresarios.

Por este espacio ya pasó el radical Ernesto Sánz y la próxima semana será el turno del opositor Sergio Massa, para luego asistir Mauricio Macri.

«Lo dijo ayer la presidenta Cristina Kirchner, seguramente habrá algunas cosas en las que nos hemos equivocado y tendremos que corregir. Lo digo para que no se malinterprete este tema: el gradualismo es posible a partir de lo que se viene haciendo. No hay lugar para un ajuste«, aclaró el gobernador de Buenos Aires.

También dijo que de la mano del saneamiento que hicieron Néstor y Cristina en materia de desendeudamiento y reindustrialización, ahora «gradualmente» se irán abordando los temas que son materia de reclamo, «como puede ser la estructura fiscal» sobre la que se tendrá que trabajar en los distintos niveles de gobierno.

«Me propongo ser el presidente de la producción y la inversión a través de la articulación de materia gris con materia prima y capital de trabajo. Incentivar el desarrollo, que ha sido la impronta que le he dado a todas mis responsabilidades institucionales», se comprometió Scioli.

La cúpula industrial, con Méndez y algunos de los ocho vicepresidentes (Luis Betnaza, José Urtubey, Daniel Funes de Rioja y Cristiano Rattazzi), plantearon que la industria necesita recuperar competitividad para poder expandir su productividad.

Así, le plantearon a Scioli que se necesita impulsar leyes de incentivo al sector privado para generar un circuito virtuoso de mayores inversiones y evitar que el sector quede al libre albedrío de los cambios de Gobierno.

Scioli pidió que tengan confianza en él dado que con el país desendeudado «podrán llegar las inversiones públicas y privadas en inmejorables condiciones y necesarias para impulsar el desarrollo».

«Como en una familia, acá hubo prioridades: poner en marcha la Argentina, sacarla adelante. Ahora viene el tiempo de la gran agenda del desarrollo. Y saben que conmigo van a tener un dirigente con experiencia, con la solidez que me han dado ocho años de gobierno en la provincia», buscó convencer.

No habrá un ajuste, sí correcciones graduales

Scioli aseguró que si llega a la Presidencia, no se concretará «ningún ajuste» sino sólo algunas correcciones en la política económica, pero sobre la base de todo lo «logrado» en los doce años de gestión kirchnerista.

«La Argentina no necesita ningún shock ni ningún cambio traumático, lo que se necesita es -sobre lo que hemos avanzado- hacer las correcciones que haya que hacer, abordando gradualmente los temas que tengamos por delante», sostuvo.

Y destacó que el país tuvo una «gran recuperación» de la industria en los últimos años, se abrieron miles de fábricas y los trabajadores han vuelto al sistema, a partir de «políticas activas» como la sustitución de importaciones.

«Si hay algo que no necesita la Argentina es una política de ajuste, y quiero dejarlo en claro. Una cosa es el gradualismo, otra cosa es el ajuste. Ya hemos visto que cada vez que las variables del ajuste fueron los trabajadores o el mercado interno, las consecuencias sociales fueron devastadoras«, afirmó.

Por eso, se inclinó por «la gradualidad, como se están encaminando las cosas» ahora con la desaceleración de la inflación mientras que dirigentes de «la alianza opositora» planteaban a fines del año pasado que el país iba a entrar en un espiral inflacionario y se iba a quedar sin reservas».

«Soy un fanático de promover la asociación público y privada. No tengan duda de que vamos a salir juntos al mundo a exportar y a traer cada vez más inversiones y juntos vamos a ir resolviendo los temas que haya por resolver», se comprometió Scioli ante los industriales.