El ex lider de la UCR Ernesto Sanz aseguró que ve «gestos de integración» por parte del Gobierno para con su partido y consideró que «necesitamos cada día un poco menos de populismo».

«La vida vuelve a poner al radicalismo en un protagonismo trascendente. En la democracia apareció un virus que la devalúa, el populismo, y la UCR es el garante de lo contrario: la república», sostuvo el mendocino.

Durante una entrevista a un matutino porteño, el referente radical se refirió además a los cambios en el gabinete y opinó que las modificaciones en los ministerios muestran «gestos de integración».

«Se va Prat-Gay y entra un equipo completo que prácticamente viene del radicalismo. Al contrario, veo gestos de integración. A diferencia de lo que muchos decían hasta con ironía, que el radicalismo la veía de afuera, no sé qué van a decir ahora. Habla muy bien de la cabeza del Presidente y de nosotros«, argumentó.

Sanz sostuvo que estos arribos de figuras radicales al Gobierno «quiere decir que el equipo de nuestra precandidatura presidencial estaba preparado para gobernar».

Por otra parte, el ex legislador defendió su decisión de no aceptar un cargo en el Ejecutivo luego de la victoria electoral de Cambiemos.

«A un año, espero que todos se hayan dado cuenta de que fue una decisión realmente de vida, que no fue una especulación política. Eso es no conocerme ni saber qué siento. Después del político o antes del político tengo mi vida personal y no la negocio con nadie. Es un placer acompañar a mis hijos en sus emprendimientos turísticos», detalló.

En tanto, el ex legislador se refirió a las próximas elecciones legislativas y  sostuvo que «la Argentina necesita cada día un poco menos de populismo. Si me pone de título ‘Convivir con populismo’, estamos jodidos. Gobernar en minoría sin conceder nada no nos permitiría sacar ninguna ley. Tenés que conceder como se hizo si querés ganar» en los comicios.

Finalmente, quien también fue uno de los fundadores de la coalición que hoy gobierna aseguró tener «una diferencia con el Presidente o alguna gente cercana» en materia económica.

«Para abrirnos al mundo, cosa que me parece extraordinaria, primero hay que resolver los problemas macro. Abrir la economía indiscriminadamente haría caer la industria. Es decir que hace falta cierto grado de proteccionismo sano, cierta gradualidad hasta que la macroeconomía se estabilice, hasta que la inflación sea de 4 ó 5 puntos, que el costo laboral sea acorde a los demás países», consideró.