El ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe estuvo en la ciudad y, en diálogo con la prensa, defendió el proyecto de reforma policial y señaló que hay algunos sectores conservadores que están en contra. Además, remarcó que urge implementar el Código Procesal Penal federal para que haya fiscales federales que investiguen y jueces de garantías y, en ese contexto, recordó  que las principales organizaciones criminales de la ciudad fueron desarticuladas por la Justicia Provincial y la Federal vino detrás varios años después.

En el marco de una reunión de la Mesa de Trabajo de Seguridad, que mantuvo con el intendente Pablo Javkin y otros funcionarios, el titular de la seguridad provincial aseguró que urge avanzar con el proyecto de reforma policial, que instituye un control externo de las fuerzas de seguridad, para poner coto a la ola de violencia que recorre la ciudad de Rosario y que recrudeció en las últimas semanas con el cada vez más complejo contexto dado por una alta circulación de armas y municiones en manos de bandas criminales.

En ese sentido recordó que la mitad de las bandas criminales de Esteban Alvarado y Los Monos, por poner algunos ejemplos, estaban conformadas por policías. «Hasta ahora lo que había era Asuntos Internos, dentro de la policía y la policía, cuando está atravesada por estos niveles de corrupción, no puede controlarse a sí misma, eso no ha dado resultado», expresó.

En relación a ello, el funcionario explicó que ya se dio algunos pasos con la creación de la Agencia de Control Policial, separándola. «Eso ya está ocurriendo». Y ejemplificó con el operativo que hubo el viernes pasado en pleno centro de Rosario, cuando fue detenido un policía que prestaba servicio para el Comando Radioeléctrico. «Fue un operativo muy grande, en el cual se detuvo a un policía que estaba en un patrullero y que ayer fue imputado por formar parte de la banda de Brandon Bay, banda que recientemente invadió San Lorenzo con protección policial y mató a unos chicos porque querían quedarse con el búnker».

El funcionario reconoció cierta resistencia dentro de la fuerza y apuntó que aún a los policías «buenos y honestos» les molesta ser controlado. Y admitió que incluso algunos jefes policiales nombrados en su administración manifiestan esa resistencia.

«Cuando se concretó este operativo en el que se detuvo a este efectivo, a los pocos minutos había tres patrulleros del Comando que fueron al lugar en solidaridad con el policía detenido. Estamos hablando de mostrar solidaridad con un integrante de la banda de Brandon Bay», remarcó el especialista en seguridad y sociología.

Sobre la alta circulación de armas entre bandas criminales de la ciudad, el ministro volvió a marcar la cuestión de la corrupción policial y la necesidad de un control externo. «Por al análisis que fuimos haciendo, presumismo que mayoría de las armas están en poder del Estado, tanto en efectos judiciales como en depósitos policiales, y las armas no estaban patrimoniadas, ni siquiera las que estaban en manos de la policía» detalló. A esto se suma el poderío económico que manejan. Según Saín, un «papel de cocaína» ronda los 3000 pesos. «Esto quiere decir que un búnker maneja unos 2 o 3 millones de pesos por fin de semana, miren sin no van a tener dinero para comprar grandes cantidades de armas y municiones».

Reforma policial y resistencia política

El proyecto de la reforma policial es una de las puntos fuertes sobre los que Marcelo Saín pretende apoyar su gestión. Sin embargo, señaló que así como no hubo voluntad política para frenar la corrupción policial antes, hay ciertos sectores políticos que se resisten a dicha reforma.

«La lógica del narcotráfico es esta, y tampoco hubo voluntad política de avnazar con estas cuestiones», reconoció Saín. Y en esa línea también reconoció que hay un sector político que «quiere que yo salga de este cargo porque no quiere que salga la reforma policial». «Son los sectores conservadores de siempre, los sectores que saben que cualquier reforma en materia de seguridad pública va a poner el ojo en el lavado de dinero y va a empezar a investigar en serio el crimen en la provincia de Santa Fe, y no quieren que eso ocurra».

«Vamos a ver que hace la Legislatura cuando se remita este proyecto. Si no quieren la reforma, ya será un problema de los santafesinos y sus representantes políticos, no de este ministro».

Justicia Federal, desidia, vagancia y pedido de juicio político

Con el estilo directo y sin pelos en la lengua que caracteriza a Marcelo Saín, en el extenso diálogo que tuvo con la prensa, el funcionario apuntó contra el escaso accionar de la Justicia Federal en los últimos años en cuestiones que tienen que ver con la narcocriminalidad y adelantó un pedido de juicio político contra un juez federal de Rosario.

«En Rosario hace años que la Justicia Federal está pintada» disparó el ministro. Eso es lo que señaló Alberto Fernández el 1º de marzo en la Asamblea Legislativa. Hay que implementar Código Procesal Penal federal para que haya fiscales que investiguen y jueces de garantías… aunque hay hay algunos que deberían jubilarse». Y agregó: «Las principales organizaciones criminales de esta ciudad fueron desarticuladas por la Justicia Provincial, Alvarado, Los Monos… y la Justicia Federal vino muy por detrás, años detrás, cuando en realidad eran organizaciones que giraban en torno al narcotráfico».

Las razones para ello, según el funcionario tienen, mayormente, que ver con «desidia y vagancia». «Habrá que analizar algunos casos, pero hay mucha desidia. Yo estoy preparando un pedido de juicio político, por el tema narcotráfico contra un juez federal.