Por Marcelo Chibotta

Como si la pandemia de coronavirus no hubiera traído enormes problemas a todo el mundo en general y a la Argentina en particular, en la provincia de Santa Fe el presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Lifschitz, empujó en ese espacio legislativo la media sanción de la Ley de Necesidad Pública que había pedido el gobernador Omar Perotti, pero con sustanciales diferencias.

Las charlas entre el Gobierno y el titular de la Cámara Baja antes del miércoles en que se trató la ley, parecían conducir a buen puerto la situación pero no fue así. Mientras que el primer mandatario provincial había pedido disponer de 39.000 millones de pesos más 10 mil millones que se iban a destinar directamente a la pandemia del Covid-19, Lifschitz y los suyos del Frente Progresista aprobaron el uso de 37.000 millones, a los cuales hay que quitarle 6.000 para enfrentar la urgencia sanitaria.

En este marco, Conclusión conversó con el diputado justicialista Luis Rubeo, quien ni bien comenzó la charla expuso con contundencia que la situación a la que se llegó fue “por la tozudez y el capricho del Frente Progresista y de quien lo conduce en la Cámara de Diputados que es Miguel Lifschitz”.

Ante la pregunta de si esto había sido el fracaso de la política, el legislador rosarino respondió: “La política sigue dando herramientas y posibilidades para que podamos llevar adelante acuerdos, pero cuando se tiene una actitud mezquina ¿cómo hacés?”.

“La  política nos puede dar una nueva oportunidad, esto se puede enmendar si se convoca ahora y votamos lo que salió del Senado y ahí terminaríamos con el problema”, añadió, para enseguida argumentar: “No asumieron que fueron derrotados y que no son más gobierno, esa es la realidad, y entonces quieren manejarse como si ellos tuvieran todavía la facultad de decir cómo se tienen que asignar los recursos”.

En cuanto a lo resuelto el miércoles 25 de marzo en la sesión especial extraordinaria de la Cámara Baja provincial, explicó que por un lado “privilegiaron el pago a los contratistas que ellos desde junio dejaron de pagarles y en la negociación plantearon que sí o sí en el plazo de 60 días la provincia se tiene que hacer cargo de las acreencias, porque les quieren pagar a los amigos de ellos, sin lugar a dudas”.

“Y la segunda cosa es que quieren darles facultades a los intendentes para que queden adheridos a la Ley de Emergencia y puedan tomar empréstitos sin pasar por los Concejos, señaló, para enseguida preguntarse: ¿Por qué Pablo Javkin y Emilio Jatón pueden endeudarse de esa manera y nosotros en el gobierno provincial para poder hacerlo tenemos  que pasar por la Legislatura? Si se lo damos a los municipios ¿por qué no se lo damos al gobernador? ¿Y además les damos un plazo de renegociación a los municipios de hasta ocho años y queremos que la provincia cancele las deudas en tres?

Coronavirus

Enseguida, el diputado hizo alusión a los recursos que deberían destinarse a la pandemia del Covid-19: “Lo del coronavirus debería ser aparte, porque ellos meten adentro de la ley 6.000 millones de pesos para el coronavirus y Perotti necesita 15.000.

Tienen dos alternativas, una es que si hay un mensaje con los 15.000 millones, nosotros automáticamente lo aprobamos y se convierte en ley, y la otra pasa porque si ellos insisten con el despacho que sacaron, necesitan los dos tercios, cosa a la que no van a llegar y si no, hay que aceptar el proyecto del Senado”.

Así, analizó lo que puede llegar a suceder “si no se hacen ninguna de las dos cosas, que es lo que creo que van a hacer, lo van a cajonear y lo van a dejar a Perotti sin ley que es lo peor, y por eso digo que son unos mezquinos”.

“Nunca nadie, en todos los años que llevamos de democracia en la provincia, jamás el peronismo les hizo esto, ni cuando nosotros teníamos mayoría ¿Por qué? Porque nosotros teníamos un proyecto base que los recursos los tiene que manejar el que gana, porque está legitimado desde el origen por la voluntad popular desde el voto de la gente”, se lamentó.

Más adelante, detalló para qué Perotti solicitó capacidad de endeudarse en 39.000 millones más 10.000”.

“Para dos cosas fundamentales», señaló: “Primero para pagar la deuda con los proveedores que es una deuda flotante que dejó Lifschitz y son 26.000 millones de pesos”.

“Y no lo digo yo, lo dice el contador general de la provincia en una nota firmada», especificó, para después volver a preguntarse y responder: “¿Qué es la deuda flotante?, es la deuda adquirida con promesas de campaña pero que no tenía el respaldo de la partida presupuestaria, por eso le dieron para adelante con el gasto para después ver cómo pagaban cuando ganaran…pero perdieron”.

Seguidamente, indicó que la otra parte de la deuda “son 19.000 millones de pesos que están presupuestados, pero también se deben y no solamente de la obra pública, sino también de los comedores, de los que nos venden insumos de salud, de todo ese tipo de cuestiones”.

A continuación manifestó que el gobierno de Santa Fe no pudo comprar reactivos de coronavirus con anticipación porque desde el área de salud se debían 2.000 millones de pesos.

“Y después te dicen que necesitamos un estado presente, que atienda, que tenga partida para los comedores, que dé seguridad, que tengamos los hospitales funcionando, que no cortemos los servicios, que funcione la EPE, que funcione Assa, ¿con qué se hace todo eso? Con plata, no hay otra”, se quejó.

La mirada hacia sus colegas

Al ser preguntado sobre la conducta de otros legisladores el día de la votación, analizó que Rubén Giustiniani y su compañera de Bancada, Agustina Donnet se abstuvieron porque el primero “tenía un despacho propio”.

En cuanto a la otra abstención, la de Rubén Bermúdez, señaló que “está con Pablo Javkin que apoya al ejecutivo pero tiene una posición ambigua porque sigue perteneciendo al bloque del Frente Progresista y entonces la mejor salida es quedarse en el medio”.

Después de valorar las posturas de Carlos Del Frade y de Nicolás Mayoraz, que sin ser oficialistas sostuvieron la postura del gobierno, reiteró que el Frente Progresista tiene que entender que en junio perdió la elección, que el gobernador tiene toda la legitimidad que le da la gente y para eso necesita los recursos para poder gobernar”.

Finalmente, le apuntó de nuevo al presidente de la Cámara de Diputados de la provincia: “Miguel Lifschitz hace todo esto porque tiene la fantasía de que dentro de tres años y medio vuelven a manejar la provincia”.