Por Marcelo Chibotta
Roberto Rosúa fue ministro de Gobierno de Carlos Sylvestre Begnis y de Jorge Obeid. En una entrevista exclusiva para Conclusión, el ex funcionario habló sobre temas policiales y políticos. En esta segunda entrega se refirió a las primeras medidas adoptadas por el gobierno de Mauricio Macri y a las características generales de su gobierno. También opinó sobre el desempeño de Patricia Bullrich en el caso de los prófugos del triple crimen y habló de la participación de la policía provincial en el mismo.
En cuanto a las políticas llevadas adelante por el gobierno nacional consideró: “A quienes sabemos lo que es el neoliberalismo y recordamos lo que fueron las acciones neoliberales y de ajuste del menemismo, no nos causan sorpresa las acciones de esta topadora neoliberal que se ha lanzado sobre el país. Estamos ante la apuesta revitalizada de que al Estado hay que achicarlo, de que hay que abrir la economía y negociar con los fondos buitre”. Y agregó: “Aquí lo que se está instrumentando es una transferencia de recursos desde los sectores populares hacia los sectores de gran poder económico, contrariamente a lo que hacían los gobiernos de Néstor y Cristina”.
Más adelante, Roberto Rosúa describió: “Creo que más allá de las promesas de inflación del 20 o 25% que hizo Prat Gay, la eliminación de las retenciones al trigo, al maíz, la baja de las retenciones a la soja, la aplicación de un techo a las paritarias bajo la amenaza de que si se supera puede haber despidos, nos está hablando a las claras de medidas ortodoxas que conducen hacia una transferencia de recursos hacia los sectores de mayores recursos”.
-El gobierno nacional di
ce dos cosas: por un lado que las medidas que está tomando son consecuencia de lo que le dejó el gobierno anterior y por el otro, que hay que esperar porque ya vendrán aquellas que favorecerán al conjunto de la población. ¿Qué opina al respecto?
-Creo que hay que esperarlo, pero para combatirlo en el sentido de las medidas que está tomando. No porque vayan a beneficiar, sino porque van a profundizar la crisis y el desapoderamiento y empobrecimiento de los sectores populares. Tengo el convencimiento de que va a ser así y hay quienes pueden decirme que no. A mí lo que me preocupa en esta circunstancia es cuál será la actitud del movimiento nacional como el Justicialismo ante acciones de este tipo. Me preocupa que haya algunos que piensan que hay que darle un crédito de confianza al gobierno o que haya quienes insistan en generar divisiones internas. Es fundamental que analicemos hacia dónde conduce la política, cuáles son los beneficiados y cuáles los perjudicados. Y si estos últimos son las masas populares, hay que estar junto a ellas en la defensa de sus intereses y derechos. Lo único que aconsejaría a esta altura de mi vida, ya que no aspiro a ninguna candidatura, es a deponer actitudes soberbias y lograr un entendimiento de los sectores populares para enfrentar las duras condiciones que se vienen. No podemos esperar beneficios hacia sectores populares o redistribución de las riquezas hacia ellos, sino hacia las grandes corporaciones económicas.
-Algunas de ellas son corporaciones internacionales. ¿Cuánto inciden estas?
-No lo sé, pero inciden sin ninguna duda. Nuestros popes económicos nacionales no están necesitando del empuje externo para apropiarse de la riqueza nacional
-¿Cómo califica la actuación de quien de alguna manera ocupa a nivel nacional un rol paralelo al que ocupó usted en la provincia, es decir, la de Patricia Bullrich al respecto del caso de los prófugos del triple crimen?
-Bueno, creo que fue un gran papelón. Hubo improvisación, seguramente falta de control de las fuerzas de seguridad. Amateurismo, diría yo. Tan es así que hubieron errores de persecución y de información, sumados a la grandilocuencia para festejar resultados no obtenidos. Es decir, hubo una gran dosis de amateurismo y falta de profesionalidad por parte de la conducción política de las fuerzas de seguridad.
-Patricia Bullrich le presentó la renuncia al presidente de la Nación y éste no se la aceptó ¿Qué piensa debería haber sucedido?
-Creo que Patricia Bullrich no puede estar ahí.
-Y con respecto al desempeño de la Policía santafesina en el caso, ¿qué puede decir?
-Creo que tuvo un rol efectivo y positivo, y debo confesar que conocí hace pocos días al ministro (Maximiliano) Pullaro con quien charlamos mucho aquí mismo. Se manejó bien ya que utilizó bien un organismo como son las Tropas de Operaciones Especiales en la búsqueda y detención de los prófugos y también en la respuesta a (Cristian) Ritondo, quien pretendió echarle la culpa de la confusión a la provincia de Santa Fe. No sé cómo se manejará en el futuro ni es un tema de mi incumbencia.
-Si tuviera la oportunidad de dejarle un mensaje de orden político a la sociedad que parece estar dividida, ¿cuál sería?
-La sociedad argentina sí está dividida. Prácticamente está partida por mitades. Sería de una pretensión y de una arrogancia que no hace a mi condición destinárselo a los 40 millones. Yo sería más modesto. Quisiera que recibieran el mío y el de muchos otros, quienes tienen que ejercer cargos que los colocan en posición de opositores. Deben tener claridad en la tarea que se avecina y tener objetivos que no pueden ser distintos de aquellos que van en defensa de los sectores populares. Hay que deponer recelos y viejas controversias. Hay que saber que esto va a ser muy duro y que requiere voluntad, decisión y grandeza. A nuestros dirigentes les pido que hagan actos de constricción, que vean dónde se equivocaron y que traten de no repetir los errores. Y ojo con los que desde nuestro propio sector tratan de crear un movimiento que en definitiva sea un simple observador de las políticas neoliberales. Nosotros tenemos que defender las políticas nacionales y populares con todo entusiasmo, pero también con conocimiento y con estudio.
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Fotos: Salvador Hamoui
