El diputado del Parlasur, Agustín Rossi reconoció hoy que evalúa la posibilidad de una candidatura en 2017 al Congreso Nacional, donde fue jefe de bancada de Diputados entre 2005 y 2013, al señalar que «es una tarea» que sabe «desarrollar» y que le «interesa que los santafesinos tengan una voz fuerte en el Parlamento».

¿Cómo visualiza su futuro político? ¿Va a apostar por una candidatura al Congreso nacional en 2017?

– Es cierto que una representación en el Parlasur es una cargo de menor intensidad a los que yo he tenido en los últimos diez años como presidente del bloque del FpV y luego como ministro de Defensa. No descarto ninguna alternativa a futuro. Fundamentalmente porque entiendo que vienen épocas interesantes en el Parlamento argentino. Es una tarea que reconozco que sé desarrollar y también porque me interesa que los santafesinos tengan una voz fuerte en el Parlamento.

¿Cómo evalúa la detención en Jujuy de Milagro Sala?

La detención de Milagro es una profundización de una política de criminalización de la protesta social. Lo vimos en la represión a los trabajadores de Cresta Roja. Después se volvió a dar con los trabajadores municipales de La Plata, y termina expresándose en esta detención de Milagro Sala. El presidente debutó en la reunión de presidentes del Mercosur haciendo una denuncia, que nosotros no compartimos, diciendo que en Venezuela hay presos políticos, y resulta que a poco de cumplirse 30 días su gobierno la Argentina tiene hoy su primera presa política.

Hace poco usted asumió como representante del Parlasur. ¿El escenario en América latina es muy distinto al de años anteriores?

– El escenario no es el mismo del 2005 cuando entre Lula, Chávez y Nestor Kirchner le dijeron en la propia cara a George Bush «No al ALCA». En las últimas elecciones parlamentarias en Venezuela triunfó la oposición. En Argentina ganó Macri. La situación en Brasil es de un acoso permanente a la Presidenta Dilma. En el caso de nuestro gobierno, el presidente ha mostrado sus claras simpatías por la Alianza del Pacífico, por los acuerdos de Libre Comercio. La canciller Malcorra dijo que el ALCA no es mala palabra. Nosotros nos quedamos con el grito libertario de Hugo Chávez antes de la Cumbre de Mar del plata cuando dijo «Alca al Carajo». Los tratados de Libre Comercio han significado para nuestros países una clara reprimarización de la economía y la destrucción del desarrollo industrial.