En la continuidad de la carrera hacia las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), Alejandro “Cacho” Parlante y Jimena Sosa, dialogaron con Conclusión para verbalizar las claves de la elección para la izquierda y en especial para el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).

Parlante, quien compite en la categoría de precandidatos a concejales, si bien aclaró que se valora “mucho” la unidad alcanzada anteriormente, consideró que “hay cosas para modificar”.

“Hay mucho más espacio para que la izquierda crezca, hay que abrir el frente, primero al resto de la izquierda. Por eso, arrancamos planteando una PASO de toda la izquierda; lamentablemente, compañeros de otros grupos no lo aceptaron, en el Fitu tampoco. Pero hay que abrirlo a luchadores sindicales, sociales, intelectuales de izquierda, al movimiento ambiental, tenemos acuerdos programáticos, pero encontramos resistencias en las otras fuerzas”, apuntó el trabajador de la salud, quien encabeza la lista llamada “Revolucionemos la izquierda”.

Y profundizó: “Desde el MST vamos a las PASO y decimos revolucionar y evolucionar, para terminar con todo tipo de dogmatismo, personalismo y sectarismo; que deje de ser lo que es, un frente electoral, y pase a ser un movimiento político, donde se puedan organizar muchos otros sectores y que intervengamos cotidianamente en la realidad política y los conflictos sociales, transformarnos en una fuerza que dispute el poder”.

En ese sentido, su compañera y precandidata a diputada nacional sostuvo que “hay mucho descontento y desilusión” ya que “los que decían que venían a resolver el desastre del macrismo, durante la pandemia y estos años de gobierno, no dieron ninguna respuesta a los reclamos y a la vida de los trabajadores”.

“Urge contrarrestar una alternativa poderosa, fuerte, que logre canalizar toda esa desilusión y bronca con los que decían que iban a ser distintos. Terminan gobernando parecido al macrismo. Queremos fortalecer a la izquierda porque vemos oportunidades. Y quiero aclarar que la salida tampoco es con sectores de centro izquierda, como el Frente Progresista, han demostrado que se quedan a mitad de camino. Nuestro programa político es anticapitalista, independiente de los gobiernos, siempre en defensa de los trabajadores. Todos los que acuerden con ese programa pueden estar. Ese es el debate central”, abundó.

Sosa, quien es docente, consideró que “trabajadores, mujeres y juventud” viven hoy día “una crisis económica, social e incluso ambiental”, por lo cual plantean una agenda con “ejes muy fuertes”.

“Venimos de cortar el puente Rosario-Victoria por la quema de los humedales. Es necesario discutir, ante la crisis ecológica, el modelo extractivista que lleva a destrozar el ecosistema y tiene efectos en la salud”, completó.

En la misma línea argumental, Parlante apuntó que “hubo un destrato muy grande a trabajadores de la salud”.

“Primero fue por los elementos de protección personal, las cosas necesarias para protegerse mínimamente. Nos restringieron derechos, nos dejaron sin vacaciones. La ausencia de vacaciones, así como las larguísimas jornadas laborales, el doble y triple empleo, hizo que perdamos muchos compañeros y también deteriora la calidad de atención”, dijo.

Por último, ambos precandidatos pusieron de relieve la necesidad de discutir respecto a la grave crisis de empleo que afecta al país hace años.

“Hay que reducir la jornada laboral sin reducción salarial. Que la crisis la paguen los que más tienen, los capitalistas, no siempre los trabajadores. A partir del no pago de la deuda y la recuperación de los resortes de la economía (como la banca, industria farmacéutica, naviera, ferrocarriles), creemos que por ese lado se va a resolver el problema del empleo, para transformar los planes sociales en trabajo genuino”, dijo Parlante.

Y Sosa finalizó: “La vieja política siempre instala el discurso de “no hay plata”. Plata hay, pero la tienen los poderosos. Cuando se habla de reforma impositiva, hay que poner impuesto a los ricos, pero que sea permanente y progresivo, y que ese fondo se destine a generar trabajo o un buen plan de obras públicas. Los gobiernos demuestran que el plan no es generar trabajo; de cada dos jóvenes uno no estudia ni trabaja. La mayoría tiene que trabajar en un Rappi, con muchas horas, un sueldo mínimo y una precarización total”.