La provincia de Santa Fe reforzará los controles a los viajeros que lleguen desde el exterior y los visitarán en sus domicilios para asegurarse de que cumplan el aislamiento para evitar la posible propagación de nuevas cepas de coronavirus.

Cabe destacar que las personas que lleguen a la provincia desde el exterior deberán realizar un aislamiento domiciliario obligatorio por siete días y, para poder salir a la calle, en el último día de resguardo deberán realizarse un PCR, el cual tendrá que dar negativo.

En este sentido, la secretaria de Gestión Federal de Santa Fe, Candelaria González del Pino, junto a la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, brindaron este miércoles detalles sobre los operativos de control conjuntos a personas que regresan del exterior y que deben cumplir con el aislamiento obligatorio.

“Seguimos apelando a la responsabilidad individual, y vamos a reforzar los operativos y las sanciones. Vamos domicilio por domicilio a verificar que la gente cumpla el aislamiento”, aseguró González del Pino.

E insistió: “Vamos a reforzar aún más los controles que venimos realizando de manera semanal, en forma conjunta con Migraciones, Seguridad y Salud, a cada uno de los domicilios de los santafesinos que llegan del exterior”.

Por otro lado, explicó que, en caso de que las personas no se encuentren cumpliendo con el aislamiento que corresponde, se labrará un acta y se dará paso a un proceso penal ya que se trata de un incumplimiento del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), lo que consiste en un delito tipificado en el Código Penal.

“La idea es hacer hincapié en las estrategias de cuidado, reforzar la responsabilidad individual y entender que se pone en riesgo a toda la provincia, y nos puede llegar a generar imposibilidades de seguir manteniendo actividades productivas”, indicó la funcionaria.

A su turno, Carignano detalló que actualmente existe un cupo de ingreso al país de 600 personas por día, y planteó que quienes se encuentran en el exterior no son “varados”, porque al momento de viajar cada una de las personas firmó una declaración jurada donde aceptaba cambios en el reingreso.

“El problema que estamos detectando es que, más allá de las denuncias penales que podamos hacer, el daño sanitario está hecho, por eso necesitamos ganar tiempo para vacunar todos los días a la mayor cantidad de gente, para que cuando entre (la cepa Delta) nos encuentre a los argentinos mejor parados y evitar la mayor cantidad de muertes”, concluyó.

Estas declaraciones se dieron en el marco de la inauguración en Rosario de un Centro de Integración para personas Migrantes y Refugiadas, ubicado en Mitre al 1.400.