La primera expedición terrestre de Argentina al Polo Sur fue postulada por el entonces coronel Hernán Pujato, quien diseñó e instrumentó las políticas públicas que impulsaron la presencia de nuestro país en la Antártida, pero no pudo completar personalmente el objetivo debido a su destitución del Instituto Antártico Argentino y la falta total de apoyo tras al golpe de 1955.

El historiador del Instituto Antártico Argentino (IAA), Pablo Fontana, afirmó que “la idea argentina de llegar al Polo Sur ya estaba presente en la década de 1920 cuando se pensaba en llegar por aire con un hidroavión, pero es el entonces coronel Hernán Pujato quien lo plantea como un objetivo y política de estado durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón”.

“Pujato había conocido a Perón en la escuela militar de montaña y estando como agregado militar en Bolivia él venía siguiendo al detalle las expediciones a la Antártida que estaba realizando la Armada; en una visita a ese país que hace el presidente Perón junto a Evita, Pujato les expone su plan y cuentan que ella queda fascinada y es la que le sugiere a Perón que le preste atención”, añadió.

El historiador contó que “Perón le pide a Pujato que presente su plan en Buenos Aires y a pesar de que algunos ministros no creían que fuese posible, el presidente decide apoyarlo en la instalación de la primera base del Ejército, la base San Martín, que es la primera base en la Antártida continental y la primera al sur del círculo polar”.

El plan de Pujato constaba de cinco puntos, entre los que estaban la creación del Instituto Antártico Argentino; constituir un poblado con familias argentinas que habitasen la Antártida, cosa que se logra en base Esperanza; otro era comprar un rompehielos, que se alcanza con la incorporación del rompehielos “General San Martín”; y llegar al Polo Sur con una expedición argentina, cosa que se alcanza el 10 de Diciembre de 1965 con la operación 90 conducida por el entonces coronel Jorge Edgard Leal”, precisó.

Fontana remarcó que “Pujato siempre explicaba que si tenemos una casa con un fondo muy largo pero nunca vamos hasta ahí es muy difícil sostener que sea nuestro si después va otro y lo ocupa; en 1955 se funda la base Belgrano en una zona inexplorada a la que se accede gracias a la incorporación del rompehielos “General San Martín” y desde donde Pujato comienza a hacer vuelos de exploración con dos aviones monomotores muy chicos”.

“Con esos vuelos habían llegado bastante cerca del polo sur, pero Pujato sufre un accidente con su avión y se suspenden esas expediciones porque realizarlas con una sola aeronave era muy riesgoso; en el interín tuvo lugar el golpe de estado de 1955 en el que a Pujato lo destituyen de su cargo de director del IAA y le quitan todo apoyo a su tarea, lo que lo obliga a renunciar”, agregó.

“En esos vuelos que había realizado antes del accidente Pujato había hecho los descubrimientos geográficos argentinos más importantes en la Antártida, cordones montañosos enteros a los que les había dado una toponimia argentina; pero con su destitución todo queda en una pausa, incluyendo la expedición al Polo Sur que es alcanzado por nuestro país por primera vez en 1961 en una expedición aérea de la Armada y en noviembre de 1965 la expedición de la Fuerza Aérea que lo lleva a Leal a la base Belgrano para que comience la recorrida terrestre también alcanza por aire el Polo Sur”, completó Fontana.

Durante la Guerra de las Malvinas de 1982, Pujato, que ya era un general retirado de 78 años, se presentó al comandante del Ejército ofreciéndose como piloto para estrellarse con un avión cargado de explosivos contra algún buque británico.

Falleció el 7 de septiembre de 2003 a los 99 años de edad en el Hospital Militar Campo de Mayo. Sus restos fueron llevados a la Antártida y descansan en el islote Bárbara, cercano a la Base San Martín, que había sido fundada por él.

Télam.