El Gobierno desautorizó al flamante ministro de Salud, Daniel Gollán, y dejó en claro que la despenalización del aborto “no está en la agenda”, luego de que el funcionario propusiera un “debate maduro” sobre el tema.

El contrapunto se produjo luego de que Gollán, quien la semana pasada asumió en reemplazo de Juan Manzur, señalara que su cartera “propiciará un debate maduro con la academia y todos los sectores de la sociedad” sobre la interrupción voluntaria del embarazo, ya que “en el país hay 500 mil abortos anuales y es una causa de mortalidad materna”.

“Creo que tenemos que hacer un debate maduro sobre esto. Porque desde el punto de vista de sanitarismo y de la responsabilidad del Ministerio se debe hacer algo. Hay que hacer un debate serio, sin ponerse en los extremos ideológicos y religiosos”, apuntó Gollán en declaraciones a la radio Nacional Rock.

El ministro, que hasta la semana pasada se desempeñaba como segundo de la cartera nacional, señaló que “una de las posibilidades es el camino que tuvo Uruguay con la consejerías, aun antes de tener la ley de la legalización del aborto”, las que -explicó- “le dan a la mujer toda la información necesaria para que pueda decidir con plenitud de conciencia una situación tan dramática”.

Al respecto, dijo que esto “en Uruguay tuvo excelentes resultados y el 30% de esas mujeres que fueron a las consejerías decididas a hacerse un aborto, decidieron no hacérselo porque fueron bien informadas o porque le fueron resueltos los problemas”.

Gollán también reclamó cumplir con la ley en lo referido a los abortos no punibles y sostuvo que aún en algunas provincias sigue existiendo la denominada “objeción de conciencia”, aunque destacó que “ya hay un sistema cada vez más aceitado para que, cuando eso ocurre, se pueda resolver el problema en otro hospital”.

“En el caso de abortos no punibles hay que cumplir la ley y eso lo debe hacer el Poder Judicial, pero yo estoy hablando de una cuestión mayor: qué hacemos con los 500 mil abortos por año que en muchos casos, sobretodo en mujeres de bajos recursos, causan la muerte”, enfatizó el ministro.

Sin embargo, poco después de las declaraciones del médico sanitarista, Fernández salió rápidamente a desautorizarlo: “Yo lo que le puedo decir como jefe de Gabinete es que no está en la agenda tratar ese tema”, aseguró en declaraciones a Radio 10.

Afirmó, al respecto, que si la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo estuviera en la agenda del Gobierno la presidenta Cristina Kirchner lo habría anunciado este domingo en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

“¡Mire qué oportunidad hubiera sido decirlo ayer! Es una política muy de fondo y una discusión que la sociedad argentina viene dando hace mucho tiempo”, aseveró Fernández, tras remarcar que en el propio oficialismo “hay gente que tiene posiciones en contra, hay muchos y muchas compañeras que tienen posiciones asumidas”.

“Por supuesto que dará debate, pero cuando forme parte de una agenda de gobierno que se está preestableciendo a diez meses de terminar. Y no forma parte de la agenda”, insistió Fernández, quien asumió en el cargo en la misma ceremonia de puesta en funciones de Gollán.

El debate en torno a la despenalización del aborto tuvo varias idas y vueltas durante los dos mandatos de la presidenta Kirchner, quien se declaró en contra de la iniciativa en reiteradas oportunidades.

En julio de 2010, incluso, hubo una fuerte polémica en torno al tema, luego de que el ministro Manzur frenara sorpresivamente una guía que explicaba a los médicos en qué marco deben realizarse los abortos autorizados por la ley y que abría la puerta a una flexibilización, ya que autorizaba los casos de violación y sólo exigía una declaración jurada o denuncia policial para probar el abuso.

En la legislación argentina el aborto es un delito, salvo en algunos casos establecidos en el Código Penal: en su artículo 86, el Código dice que no es punible “si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios” y “si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”.