El edil del Partido Demócrata Progresista Aldo Pedro Poy le ha inferido al Ejecutivo municipal que implemente medidas de seguridad para asegurar el tránsito peatonal por la explanada del Paseo Juramento en el Monumento a la Bandera, ya que considera que la altura al vacío que presenta es peligrosa sobre todo para los niños.

Este pedido de Poy surge porque la explanada de dicho paseo está suspendida como puente sobre los espejos de agua; construida en mármol y que presenta un borde interno del mismo material de aproximadamente 50 centímetros de altura, “como única protección ante el vacío”,  que llega a tener una altura aproximada de 4 metros o más en la parte más cercana a la Plaza 25 de Mayo.

En ese sentido, la altura mínima de este borde “permite acceder muy fácilmente a caminar sobre él, situación que sabemos muchas veces se torna irresistible para los niños, que ante un breve descuido parental, aprovechan la oportunidad  derivada de la curiosidad propia de esa edad”, indicó el edil

El Pasaje Juramento quedó inaugurado en octubre de 1997 y su segunda etapa en el año 1999. Su explanada vincula a la Plaza 25 de Mayo con el Monumento a la Bandera, permitiendo una apreciación plena de las esculturas en mármol de carrara de Lola Mora que se encuentran ubicadas a los costados de la misma sobre el espejo de agua y una visión amplia del Propileo Triunfal de la Patria, donde se encuentra la llama votiva que rinde homenaje al soldado desconocido.

“Es mucha la gente de Rosario y otros lugares que transitan por dicho lugar”, y por ende, “es necesario conferirle mayor seguridad al tránsito peatonal que circula diariamente”, estimó el demócrata progresista.

En ese orden, el edil recordó que “se debe tener en cuenta por experiencias pasadas” que el Monumento en fechas específicas como el Día del Estudiante o la finalización del ciclo lectivo “es lugar de encuentro elegido por los jóvenes de nuestra ciudad para auto convocarse, situación que plantea una serie de riesgos que debemos prever”.

“Entendemos como necesaria la incorporación de algún vallado de protección, en forma tal vez de rejas, que sin romper con la estructura armónica del Monumento y respetando el estilo artístico y arquitectónico del mismo, asegure y evite situaciones que pueden decantar en severos accidentes para los numerosos visitantes que día a día concurren a conocer esta obra emblemática que nos representa como ciudad y país”, concluyó Poy.