El ex senador por Río Negro Miguel Ángel Pichetto, aseguró este domingo que la Iglesia argentina «jugó fuerte a ganar las elecciones con el Frente de Todos» y la acusó de declarar falsamente «el hambre famélico en la Argentina».

«La Iglesia argentina jugó a la política en los últimos tiempos y ahora quiere remediar esta cuestión con la misa de la superación de la grieta cuando ellos fueron parte de la grieta«, remarcó el ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio.

En el mismo sentido, el ex senador remarcó que la Iglesia tiene el «pensamiento» de «que ser pobre es una calidad superior«.

«Por supuesto que los pobres requieren de un apoyo espiritual, pastoral, mucho más intenso porque viven dificultades y sufren, pero la Iglesia tiene que tener un contenido más amplio, de todos los sectores», subrayó.

Pichetto agregó: «La declaración del hambre fue parte de la campaña electoral. No creo que exista el hambre famélico en la Argentina«.

Crítica al radicalismo

Por otro lado, aseguró que «es un error del radicalismo» buscar debatir la conducción del espacio en referencia al futuro de la alianza Juntos por el Cambio.

«El espacio político de Juntos por el Cambio sacó el 40% y Macri sintetizó un liderazgo con un conjunto de valores, de ideas», expresó Pichetto.

En ese sentido, indicó: «A menos de 60 días decir que todos estamos en pie de igualdad, que Macri no conduce nada, me parece un error».

El ex candidato a vicepresidente remarcó que «los liderazgos en Argentina son de difícil sustitución y de muy difícil construcción».

«Construir un líder político en la Argentina, que en un pueblo oscuro de cualquier lugar en el Conurbano, en el norte, en un pueblo pequeño identifiquen la figura de un político y digan ‘esta persona piensa esto de determinados temas, me gusta, no me gusta’ es dificilísimo», manifestó durante la entrevista.

Y puntualizó: «Algunos piensan que es de fácil sustitución y por generación espontánea aparece un líder porque es joven. Hay algunos jóvenes que también son viejos. La juventud siempre es un valor que se acaba con el tiempo y no es el único dato para medir un dirigente».

«Un liderazgo no es fácilmente sustituible y que un propuesta política que sacó el 40% tiene que mantenerse con los líderes que construyeron esa propuesta, por lo menos hasta nuevos tiempos», subrayó.

Además, el ex jefe del bloque peronista en el Senado se refirió al silencio de Horacio Rodríguez Larreta frente a las medidas del Gobierno nacional y remarcó que «es un dirigente muy potente del espacio y además gobierna un distrito que tiene responsabilidad de gestión».

«Está bien que no hable, no puede opinar sobre todas las cuestiones nacionales, tiene que defender su construcción de la Ciudad, su gobierno, la estabilidad de la coparticipación. Esperemos que el gobierno nacional no avance sobre la coparticipación de Rodríguez Larreta, que lo respete», concluyó.