Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires –   

En el marco de la asunción de los nuevos senadores nacionales, Oscar Parrilli del Frente de Todos y Martín Lousteau de Juntos por el Cambio, hablaron con Conclusión de cara a lo que será el futuro del país a partir de la asunción del nuevo presidente Alberto Fernández, el próximo 10 de diciembre.

“Vivo con gran emoción y una gran responsabilidad esta nueva etapa que va a iniciar la Argentina, y en lo personal por asumir una banca en el Senado en representación de Neuquén que espero cumplir para todos aquellos que nos votaron”, dijo Parrilli.

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Consultado sobre los principales cambios que debería llevar a cabo la futura gestión, fue contundente: “Debería cambiar todo”. En seguida amplió: “Empezando por la política económica, de salud, de educación, de justicia y vamos a tener un Parlamente nuevamente muy activo, porque el gobierno de Macri fue puro DNU”.

 

Sobre el caso Alperovich dijo que “desde ya que en el caso de las víctimas tienen el derecho de ser respetadas y creídas”, al tiempo que consideró que “la actitud de Alperovich de pedir licencia ayuda a que se sepa la verdad y desde ya hay que dar lugar a todas las disputas que se tengan que hacer”.

Cuando le preguntaron respecto a quién llevará las riendas a partir del 10 de diciembre, si Alberto Fernández o Cristina Kircher, convencido señaló que “todos se sorprendieron cuando Cristina tomó la decisión de ser vice y se van a seguir sorprendiendo, porque va a gobernar Alberto Fernández y Cristina va a cumplir el rol institucional que le corresponde. El poder está en el pueblo”.

Finalmente se refirió a Vaca Muerta y dijo que “hoy es una oportunidad y una posibilidad para los neuquinos por una decisión que tomó Cristina en el 2012 cuando estatizó la mayoría accionaria de YPF”.

“Vamos a trabajar para que las expectativas de Vaca Muerta sean primero una solución para el auto abastecimiento tanto de energía como de gas para los argentinos, segundo para que las comunidades cercanas tengan beneficios y tercero que sirva para acumular divisas”, finalizó.

Por su parte, Lousteau dijo que “más allá del qúorum o no qúorum que pueda haber en el Senado, es importante la calidad y la rigurosidad con que discutamos lo que viene en Argentina, porque la Argentina está complicada, desde hace tiempo estructuralmente pero también coyunturalmente”.

“Ya viví algo parecido en Diputados, es muy importante el calibre de las discusiones que damos porque a veces si los ámbitos son más chiquitos y podemos encontrar otras soluciones, quizás mejores a las que se plantean, eso es positivo para la totalidad de los argentinos. Pero si además las cosas van por un lugar equivocado, desde las minorías podes dejar asentado la posición y advertir sobre lo que puede llegar a ocurrir. Esperemos dar discusiones maduras”, apuntó.

Sobre Alperovich, su opinión fue cortita y al pie: “Creo que ya no hace falta decir nada”.