En las primeras evaluaciones oficiales sobre la huelga nacional lanzada por la CGT, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, ratificó sus críticas a la medida de fuerza y aseguró que «hay mucha gente con voluntad, pero no puede ir a trabajar por el paro de transporte».

«El tema de la adhesión es muy discutible, estas medidas esconden un mecanismo extorsivo; mucha gente tiene la necesidad de trabajar», manifestó en declaraciones a Radio Mitre.

Por otra parte, Triaca consideró que la huelga está «politizada» y responde a otros intereses: «Cuando recurren a este tipo de medidas lo que esconde detrás de ésto es que hay sectores muy vinculados con algunos que quieren volver a las prebendas del pasado«.

En cambio para uno de los jefes de la CGT, Carlos Acuña, «el paro es un éxito» y el dirigente de los trabajadores de las estaciones de servicio analizó que «hacen los piquetes por producto del hambre y el presidente habla de choripanes».

«Posiblemente la mayor parte de los que hacen piquetes están desocupados» y además manifestó que «en vez de ocuparnos de hacer un paro deberíamos hacer otra cosa. Nos obligan a hacer esto».

Por su parte, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, aseguró esta mañana que era «100 por ciento» la adhesión al paro contra el gobierno de Mauricio Macri, aunque criticó los piquetes en los accesos a la Capital Federal «porque arruinan todo».

En cambio, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo no entender «las motivaciones de este paro» y sostuvo: «Nos da pena concluir que lo que hay detrás del paro son motivaciones electorales».

Dujovne recordó que el paro «le va a costar a todos los argentinos cerca de 15 mil millones de pesos. No lo pierde el Gobierno de Mauricio Macri, lo perdemos todos los argentinos».

Mientras, el ministro de Justicia, Germán Garavano, apuntó a la actitud «intransigente» del sindicalismo.

«Una cosa es un día de paro, respetable, otra cosa es no dejar trabajar al que lo quiera hacer», dijo.

Agregó, en declaraciones a Radio Belgrano, que «el gobierno sigue con preocupación y controlando la situación, siempre atendiendo a la situación específica y no generando respuesta inadecuada; muchas veces lo que buscan muchos sectores políticos es que se cometan errores, situaciones de violencia».

«La violencia siempre empieza con las palabras y las acciones, son procesos que nuestro país ya ha vivido; esperamos que a partir del diálogo que ha instaurado el Gobierno y el inicio de mejora económica, esto quede como un resabio del pasado y no como algo que se quiere volver a instalar«, sintetizó Garavano.

Comparó que «al igual que el tema de las escuelas, que el transporte público sea declarado servicio esencial, son discusiones para dar en el país».

«Argentina no se puede dar el lujo de quedarse un día sin trabajar, somos un país que tiene dificultades de productividad después de muchos años sin competir, lo que tenemos que hacer es un esfuerzo por trabajar, poner el hombro y sacar el país adelante», concluyó el jefe de la cartera de Justicia.

Comenzó el paro general de la CGT que ya se siente en todo el país