El exministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, tomó posición tras la ola de renuncias presentadas por miembros del gabinete de Alberto Fernández y manifestó que, si bien es necesario implementar cambios, deben concretarse luego de las elecciones generales de noviembre.

«No es la primera vez que perdemos una elección intermedia. En el 2009, todavía sin PASO, se produjeron cambios en el gabinete casi de forma inmediata y el espacio se abroqueló detrás de CFK y Néstor (Kircher)», recordó el dirigente peronista, en referencia a las entonces salidas de Sergio Massa y Graciela Ocaña y los consecuentes ingresos de Aníbal Fernández y Juan Manzur.

A partir de ese momento, rememoró Rossi, con el liderazgo de Cristina y Néstor Kirchner -y el respaldo de políticas puntuales como la nacionalización de las AFJP; de Aerolíneas Argentinas; el avance con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; AUH y demás- pudo intensificar la recuperación del salario y el empleo para culminar en el 54% que sacó CFK en el 2011.

«En el 2013 también perdimos -continúo el exfuncionario a través de su cuenta de Twitter para justificar su posición a favor de implementar cambios después de noviembre-. Ya había PASO y los cambios se produjeron después de las elecciones generales (Jorge Capitanich por Juan Manuel Abal Medina; Axel Kiciloff por Hernán Lorenzino; Juan Carlos Fábrega por Mercedes Marcó del Pont; Carlos Casamiquela por Norberto Yahuar). Otra vez, CFK condujo con el espacio encolumnado».

Rossi sostuvo que en ambas oportunidades el espacio salió adelante unido detrás de la figura de la actual vicepresidenta, entonces a cargo del Poder Ejecutivo nacional. «Lo hicimos corrigiendo las políticas que había que corregir, sobre todo mejorando la calidad de vida de los argentinos. Los cambios de gabinete se hicieron siempre después de la elección general», expresó este miércoles por la noche.

Ante estos antecedentes, el ex precandidato a senador nacional por Santa Fe preguntó por qué habría que tomar un rumbo distinto en este caso, donde el oficialismo recibió una dura derrota en las urnas pero aun con dos años de gestión por delante para revertir el escenario. «Hoy, como en el 2009 y el 2013, entiendo que hay que seguir el mismo camino: abroquelarnos debajo de la conducción de quien preside, que es Alberto Fernández», apuntó.

Y completó: «Hay que tomar decisiones de política económica que mejoren los ingresos de nuestro pueblo y concretar los cambios en el gabinete después de las elecciones de noviembre. Pudimos antes, vamos a poder ahora».