Por Marcelo Chibotta

Ricardo Olivera es desde hace menos de dos semanas el nuevo presidente del Partido Justicialista de Santa Fe. Su arribo al lugar de la más alta responsabilidad partidaria fue la consecuencia de un acuerdo logrado por todos los sectores del partido creado por Juan Perón.

Los once senadores provinciales, el legislador nacional Omar Perotti, el diputado del Mercosur Agustín Rossi, el ex diputado Pablo Di Bert, representante de María Eugenia Bielsa e integrantes del sector gremial fueron quienes definieron que este contador de San Justo, ex senador y ex diputado provincial, tenga en sus manos los destinos partidarios de ahora en más.

En diálogo con Conclusión, Olivera expuso sobre las características que piensa imprimirle a su gestión: “El peronismo tiene que aprender a ser oposición, lo cual significa ser una oposición inteligente, es decir que no solo haga críticas, sino también que haga aportes para que empiece a enamorar al electorado que alguna vez fue del peronismo y hoy no está”.

“En este marco hay una estrategia de esta nueva conducción, de la cual soy un emergente de un cuerpo que se fue armando desde los diferentes espacios –indicó– en los cuales coincidimos todos porque claramente desde el peronismo sabemos cuál es el rol del Estado, qué significa un mercado interno fuerte y la inclusión social y que pensamos sobre la distribución de la riqueza”. Y agregó: «Todo eso es lo que vamos a intentar plantear como eje de trabajo en una oposición que tenga que ver con algo serio, con propuestas que en definitiva no sea solamente contestatario sino que también acerque algunas ideas».

Seguidamente, explicó que “lo bueno de la lista que se armó es que tiene una fuerte representación territorial porque están los senadores, diputados, intendentes y presidentes comunales, trabajadores, gente de la cultura, de la educación, mujeres y jóvenes”, y por ello “estamos intentando definir un programa de trabajo que tenga que ver con lo territorial y con lo doctrinario”.

—Usted habló de aprender a ser oposición, ¿considera que después de los años de estar en ese rol en la provincia, el peronismo aún tiene que seguir aprendiendo?

—Si se suman los años, son muchos más los que fuimos gobierno con respecto a los que fuimos oposición. Hoy se habla mucho de lo que es una oposición constructiva o destructiva, no quiero caer en esos extremos en los cuales por ejemplo una oposición constructiva se convierte en una que avala algunas cosas con las que uno no está de acuerdo, o aquellas destructivas que simplemente critican. Hoy tenemos la oportunidad de armar una serie de equipos, de gente que de pronto pueda tener opinión sobre diferentes temas. A mí no me alcanza ir a un departamento y decir que estoy en contra del gobierno provincial si además en el área que critico no propongo algo que en definitiva sea realizable. Hoy se escucha decir: ‘nosotros vamos a apoyar las pymes’, bueno, que me digan cómo lo vamos a hacerlo. Lo que estamos intentando hacer es un discurso que tenga que ver con políticas públicas que nos convierta en una opción de poder seria en 2019.

—¿Hay alguna razón por la cual eligieron a alguien que no es funcionario?

—Tiene que ver con la posibilidad de tener una presencia mayor en el ejecutivo provincial. Yo fui diputado hasta el año pasado y ahora retomé mi actividad universitaria, soy docente, y esto me parece que nos va a permitir tener un discurso que a lo mejor el funcionario o el legislador no lo puede llevar adelante. Así tenemos libertades y autonomía, y también significa tener mayor dedicación con todo aquello que significa tener presencia en el partido, en la conducción política y no sólo administrativa. Soy el resultado de una construcción colectiva y conmigo hay un cuerpo colegiado que seguramente va a ir definiendo presencia en el interior porque tenemos que tener presencia en las departamentales, acompañando a los compañeros que han armado sus listas. En esta nueva etapa, no tener una función específica facilita un poco las cosas.

—¿Qué no repetiría en su gestión de lo que han hecho conducciones anteriores?

—No soy crítico, fui senador 12 años en el departamento San Justo y lo que rescato siempre en la construcción política es la cuestión territorial. Una de las cosas que planteé en este desafío es que si el Ejecutivo provincial del partido tiene que hacer una reunión, que no sea solamente en la ciudad de Santa Fe o de Rosario, como ha sido siempre. El Ejecutivo provincial se tendrá que reunir en cada departamento. No me sirve que me ponga sobre la computadora, por ejemplo, a escribir sobre la realidad del departamento General Obligado, sino que a mí me sirve ir al departamento y tener una relación con los compañeros intendentes y presidentes de comuna. Soy un defensor de lo territorial, cuando fui senador recorría mucho el departamento porque me permitió aprender y tener un diagnóstico que nadie me lo va a discutir porque estuve ahí. Es la idea de esta gestión, sin que sea una crítica a la anterior, es simplemente una impronta mejor, peor o igual, pero con los compañeros que me acompañan estamos convencidos de esto.

—En función de la cuestión territorial que menciona, ¿qué pasa que no hay Unidades Básicas, que son la base del peronismo?

—Tiene que ver con esto que estamos charlando, si en junio pasamos a conducir con el grupo de compañeros del partido y no generamos la expectativa de estar en cada una de las seccionales, y de las departamentales, no sirve, no alcanza. Se han resuelto en casi toda la provincia listas de unidad salvo en las ciudades de Santa Fe y Rosario. Eso no nos tiene que asustar porque esto forma parte de un partido que siempre fue democrático, y si no se pudo lograr la unidad, se va a resolver en una elección interna donde seguramente después del acto electoral, trataremos que después se aglutine. Creo que tiene que ver con la conducción esto de motivar, de dinamizar, de charlar con los compañeros, si bien uno no puede ir barrio por barrio a abrir una básica, sí se puede desde la conducción partidaria generar algunas iniciativas que permita nuevamente recuperar esa mística. Yo apuesto mucho a los jóvenes, vengo del ámbito universitario, sé lo que los pibes están haciendo en cada una de las áreas y creo que esto también nos va a ayudar.

—Desde el peronismo rosarino mucho se criticó la lógica de que se obtenían logros provinciales sin importar lo que sucediera en Rosario. ¿Qué piensa de ello?

—Esa lógica no sirvió, no alcanzó. Creo que esto es una construcción colectiva y territorial y no alcanza con tener definidas algunas cuestiones en determinados lugares y no trabajar sobre esta ciudad. Por lo tanto, una vez que resuelvan las cuestiones departamentales y territoriales van a tener diálogo con nosotros a los fines de resolver estos asuntos. Me parece que este es un dato importante, porque más allá de la cuestión territorial, nosotros tenemos que ser una opción de poder provincial para 2019 y en esto Rosario es fundamental.

—¿Cómo ve la gestión del gobierno provincial?

—Tengo algunas cuestiones críticas, por ejemplo hoy con la emergencia hídrica. Parece que hay una cuestión de no presencia, yo vengo del norte y no veo una respuesta firme con recursos y con los instrumentos necesarios. A veces simplemente con la presencia ayudan al tema. Por ahí soy crítico porque encontramos algunas cuestiones de salud que son graves. Por ejemplo en mi departamento tuvimos 150 casos de dengue, es algo que tiene que ver con la desaprensión.

—¿Y la gestión del gobierno nacional?

—Con respecto al tema nacional soy muy crítico porque no coincido con estas políticas públicas. Como peronista, como economista y como ex legislador digo que entre Estado y mercado, se necesita que haya un Estado fuerte. No me parece bien la apertura indiscriminada en la economía y me parece que hay una regresión en todo lo que es la distribución del ingreso porque la transferencia de recursos que van a determinados sectores, perjudican a los que menos tienen. Es un proyecto de país que no comparto porque el peronismo piensa distinto a esto que está pasando en la nación y tengo fuertes diferencias con lo que está sucediendo.