El presidente estadounidense, Barack Obama, abandonó esta tarde la Casa Rosada para dirigirse a la Catedral metropolitana, donde compartió una oración con el cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli.

En el atrio lo aguardaba el rector del principal templo porteño, presbítero Alejandro Russo quien lo acompañó hasta el altar para presentarle a monseñor Poli y a los obispos auxiliares de Buenos Aires, Joaquín Sucunza y Enrique Eguía Seguí.

Luego de la breve ceremonia en la cual se rezó «una oración por la paz», Obama brindó un homenaje floral al general José de San Martín en su mausoleo.