General Rodríguez podría ser declarado con justicia la capital nacional del nepotismo. Es que en esa localidad del conurbano bonaerense, el intendente elegido por Cambiemos, Darío Kubar, ha transformado a su familia en sinónimo de gestión municipal.

Alrededor de 14 familiares directos ocupan altos cargos en el plantel municipal y, si se tienen en cuenta cargos menores, la lista llegaría a 20.

Así las cosas, si Kubar fuera alcanzado por el nuevo mandato presidencial de excluir del sector público a los familiares directos de los principales funcionarios, su equipo de gestión comunal quedaría diezmado.

El intendente de Gral. Rodriguez suma casi una veintena de parientes en su gestión municipal.

La nómina, rubricada por el periodista Miguel Jorquera para el matutino porteño Página12, se compone de la siguiente manera:

  • Su esposa, Natalia Ruiz, es ahora concejal tras encabezar la boleta de Cambiemos en 2017, hasta entonces –desde 2015– fue su secretaria privada.
  • Su hermano, Lucas Kubar, es secretario de Servicios Públicos.
  • Su primo Carlos Kubar, coordinador de Políticas Socioeducativas.
  • Sus cuñadas Graciela y Florencia Ruiz son directora del Museo Municipal y subdirectora de la Privada municipal, respectivamente.
  • Su cuñada Miriam Conforti, esposa del secretario Lucas Kubar, es empleada en la Dirección de Entidades.
  • Sus sobrinas Brenda y Wanda Lucero –hijas de la directora Graciela Ruiz– son directora de Juventud y empleada en la poblada Secretaría Privada, respectivamente.
  • Mariano Pallet –sobrino político, marido de Florencia Ruiz–, es jefe de la Oficina Local del Anses.
  • Marina Cordone –esposa del primo Carlos Kubar–, jueza de Faltas designada por su gobierno y ex concejal opositora hasta que le salió el cargo.
  • Otro primo, Luis Moreno, es subdirector de Regularización Dominial.
  • La pareja de Graciela Ruiz, Raúl Lucero, trabaja en la radio municipal.
  • La esposa de su socio en el estudio de ingeniería, Patricia Piatta, fue designada jueza de Faltas.