Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – La Comisión de Legislación General de la Cámara baja buscó avanzar con un dictamen consensuado de la nueva Ley de Alquileres, pero no se logró el quórum, por lo que las reformas quedaron sin tratarse.

La reunión que se iba a desarrollar este martes, fue convocada por el macrista Daniel Lipovetzky, tras el impasse que tuvo el tratamiento de la iniciativa a fines del año pasado. El diputado del PRO esperó media hora a que llegaran los diputados necesarios para trabajar, pero transcurrido ese tiempo ni siquiera concurrió el tercio que se habilita reglamentariamente como segunda instancia.

Sola, Rossi. Siley, Carmona, Doñate del FPV-PJ esperan

Conclusión dialogó con Nire Roldán, titular de la Concejalía Popular de Rosario, quien instantes antes de que se levante la sesión expresó: «Estamos esperando que el bloque del PRO garantice el compromiso de dar el quórum necesario en la comisión. Están todos los otros bloques presentes, sería realmente una pena que después de muchos años de pelea hoy todavía no haya quórum».

Sobre las medidas que proponen los inquilinos, Roldán explicó que buscan que los contratos sean de tres años, que el aumento en los costos de alquiler sean acordes a los indicadores salariales y que se generen distintas normativas como la creación de un registro ante el Anses para saber si hay evasión impositiva.

«Todos estos son modestos avances de los inquilinos, pero muy importantes en tiempos de tanto retroceso social que estamos viviendo», sostuvo el titular de la Concejalía Popular.

Y agregó: «El nuevo proyecto está en redacción definitiva. Estamos bastante de acuerdo, no son todas nuestras propuestas pero son muchos de nuestros ejes troncales del proyecto de ley que habíamos presentado».

«El inquilino va a tener un contrato de tres años que le va a permitir bajar el monto de la comisión de alquiler en todos lados, va a permitir que de ninguna manera tenga que pagar los impuestos inherentes de la propiedad y que exista una garantía más real a la que hoy tienen», concluyó Roldan.

Fracaso de la reunión

Entre los ausentes se contabilizaron diputados de todas las bancadas, incluso del propio interbloque oficialista, y las justificaciones coincidieron mayoritariamente en que muchos legisladores no están la ciudad de Buenos Aires por los cierres de las campañas en sus provincias.

La convocatoria a la comisión se dio en medio de la virtual parálisis legislativa y luego de que el presidente Mauricio Macri anunciara, en la última semana de septiembre, el envío al Parlamento de un proyecto de ley de alquileres.

Tras dar por finalizado el tiempo de espera, culminó la convocatoria, en diálogo con Conclusión, el diputado nacional Daniel Lipovetzky dijo que «faltaron diputados de todos los bloques, es posible que el debate se posponga luego de las elecciones del 27 de octubre, esto podía pasar, pero se intentó. Se dio el primer paso. El tema alquileres es muy difícil, por algo hace 30 años que se viene discutiendo».

«A pesar que en Argentina, hay 7 u 8 millones de personas que celebraron contratos de alquiler pero esto despierta posiciones encontradas que se dan al interior de todos los bloques. Se convocará nuevamente para trabajar y dar dictamen», expresó el parlamentario.

En noviembre de 2016 el Senado había dado media sanción por unanimidad a una iniciativa de la kirchnerista Silvina García Larraburu (PJ-FpV), proyecto que no logró consensos para avanzar en Diputados durante 2017.

En 2018 la Cámara baja retomó el debate y finalmente en octubre logró dictamen de comisiones a partir de un texto consensuado, que, sin embargo, no llegó al recinto y tampoco fue incluido por el Poder Ejecutivo en el temario de sesiones extraordinarias de ese año y perdió estado parlamentario.

Sin que que el gobierno haya enviado su iniciativa, Lipovetzky convocó a la reunión de este martes con un temario que incluía un proyecto de su autoría, uno del kirchnerista Agustín Rossi y otro del peronista Felipe Solá.

Al término de la fracasada reunión se vivieron momentos algo tensos, cuando un grupo de corredores inmobiliarios que había accedido a la sala comenzó a cuestionar el contenido de la legislación a diputados que se retiraban del lugar, como Lipovetzky y Solá, entre otros.