Mientras el Senado debate la Ley Bases y sus capítulos laborales y de grandes inversiones, una comitiva de la CGT se verá con el Papa Francisco. La audiencia se desarrollará este miércoles desde las 9 (hora de Roma) con la participación del «canciller» de la central obrera, Gerardo Martínez, junto a empresarios y sindicalistas del rubro petrolero.

Será como parte de un encuentro del Foro Social, Académico y Laboral de la Industria de la Energía que impulsó en la Argentina la Universidad Católica (UCA). La audiencia se concretará un día antes de la que el Papa reciba al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

Se trata de un proyecto de diálogo sectorial que tiene como eje la transición energética. Aunque la iniciativa lleva más de dos años, el encuentro con el Papa coincide con uno de los momentos clave de la gestión de Javier Milei por el tratamiento en la Cámara alta de la Ley Bases, en medio de una protesta multisectorial que se congregará ese día en la plaza del Congreso.

Aunque la CGT no resolvió una convocatoria institucional, la protesta tiene el patrocinio de gremios de esa central como Camioneros, Smata (mecánicos) y Bancarios, entre otros.

>>Te puede interesar: La CGT marchará cuando se trate la Ley Bases en el Senado: “Milei se hace el guapo con los trabajadores”

Martínez acudirá a la cita junto a sindicalistas petroleros de los gremios Supeh y Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (Fasipegybio). Las empresas del rubro hidrocarburífero que participaron en el proyecto son YPF, Panamerican Energy, Raizen y Trafigura.

La convocatoria de la UCA se concretó bajo un lema no muy alineado con el ideario libertario: «El diálogo como facilitador de acuerdos. La transición energética y su impacto en el mundo del trabajo en la industria de la refinación de hidrocarburos». Javier Milei y su gobierno fueron muy críticos de la institución por sus informes sobre pobreza.

>>Te puede interesar: Crisis social: la pobreza en Argentina ascendió al 55,5% y la indigencia al 17,5%

El plan de trabajo sectorial asume que «es esencial un diálogo que sea colectivo, efectivo, franco y que respete el pleno cumplimiento de los principios y derechos fundamentales del trabajo, a los fines de garantizar una transición justa». Y se propone «establecer una agenda laboral estratégica de largo plazo entre el sector empresario y sindical mediante la puesta en marcha de una mesa de análisis entre los referentes de ambas partes con el fin de promover las políticas y condiciones necesarias para el desarrollo del sector».

«El desarrollo sostenible sólo es posible con la participación plena de todos los actores sociales, generando así crecimiento económico, desarrollo social con la debida protección ambiental y con una mirada puesta en las generaciones venideras», añade el documento de labor conjunta, para el cual «los empleadores y trabajadores no son espectadores pasivos sino agentes de cambio capaces de desarrollar nuevas sendas hacia la sostenibilidad».

Y avanza con una premisa reclamada en los últimos años por la CGT, también a priori excluyente de la metodología de Milei: «Se promoverá establecer un mecanismo de diálogo social, en todas las etapas del proceso, desde la fase de formulación de políticas hasta la de ejecución y evaluación y hacerlo en todos los niveles, en conformidad con las normas nacionales e internacionales del trabajo, con el fin de lograr un consenso sobre formas de alcanzar una sostenibilidad ambiental que vaya acompañada de trabajo decente».