El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, encabezó hoy Asamblea Plenaria de obispos número 110 con una misa, en cuya homilía señaló que «la Argentina necesita con urgencia del encuentro de sus hijos» y recordó las metas que se propuso la Iglesia para el bicentenario.

«La Argentina necesita con urgencia del encuentro de sus hijos. Les recuerdo uno de las metas que propusimos a luz del bicentenario: avanzar, decíamos, en la reconciliación entre sectores y en la capacidad de diálogo. Una amistad social que incluya a todos, es el punto de partida para proyectarnos como comunidad, desafío que no hemos logrado construir en el transcurso de nuestra vida nacional», señaló Arancedo. Y subrayó que «es necesario educar y favorecer en los pueblos todos los gestos, obras y camino de reconciliación y amistad social, de cooperación e integración».

Con esta homilía, el arzobispo de Santa Fe inauguró la reunión plenaria de la CEA, que se desarrollará en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, del partido bonaerense de Pilar. Con más de un centenar de prelados en una misa concelebrada a las 19:00 de este domingo en la basílica de Nuestra Señora de Luján, Arancedo abrió las jornadas, que se realizan para celebrar el Año de la Vida Consagrada que llega a su término.

Antes, a las 18, hubo un momento de encuentro y animación en la plaza Belgrano, frente a la basílica, y la Eucaristía fue presidida una hora después por Arancedo. Durante la misa se escucharon testimonios de consagrados en recuerdo al cardenal Eduardo Pironio, quien fue prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y cuyos restos descansan en la basílica.

También se les entregó a los consagrados un texto inédito del cardenal Pironio: «La comunidad religiosa, ¿signo de esperanza de la cruz?», escrito en 1985 mientras que este domingo también se conmemora la Jornada Nacional del Enfermo.

«Nuestra mirada y nuestra oración se dirigen en primer lugar a ese hermano nuestro que vive momentos de fragilidad por su enfermedad, pero también queremos tener presente a todas las personas que cuidan a un enfermo, pienso en sus familiares y en ese gran número de profesionales, enfermeras, enfermeros y voluntarios de la pastoral de salud, que los acompañan con su presencia y afecto», señaló Arancedo.

En tanto, las deliberaciones de la asamblea comenzarán en la mañana del lunes con un intercambio pastoral y se extenderán hasta el viernes 13 por la tarde, recordó la agencia Aica.No se descarta que ante la cercanía del balotaje del 22 de noviembre los obispos analicen la situación social y política del país.

A las deliberaciones fue invitado a participar monseñor Alejandro Bunge, auditor del tribunal de la Rota Romana y uno de los integrantes de la comisión que elaboró el texto del reciente motu proprio del papa Francisco, en el que se modifica el proceso canónico de nulidad matrimonial.

El lunes por la tarde, el sacerdote argentino dará detalles del documento, que entrará en vigencia el próximo 8 de diciembre y los pasos para su instrumentación en las diócesis del país.

Arancedo expresó que el «camino de humildad y ocultamiento, de oración y de compartir, es el que le da sabor y autenticidad a toda vida cristiana» y que «este camino tiene su fuente en Jesucristo en quien se descubre la obra de Dios y la llamada a seguirlo de un modo totalizante».