Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Dice el senador radical, Luis Naidenoff de Formosa: «Lo que ha cambiado son las miradas en la instancia de la consolidación del sistema democrático, veníamos de transitar las noches más oscuras, y los partidos políticos funcionaban como pilares e instituciones fundamentales del sistema político en Argentina. Pasaron los años , reino el descreimiento, eso trajo insatisfacciones colectivas, las desilusión y también en los últimos tiempos se profundizo la construcción política desde los antagonismos durante 12 años y esa Argentina construida de esta manera dejo secuelas. El camino para salir de lo que se ha denominado la grieta que generó posiciones irreconciliables es tender puentes y para poder hacerlo, la política debe recuperar su rol central».

Así analizó el senador formoseño la antesala de parte de la historia Argentina al momento de reflexionar las medidas adoptadas por el gobierno de la alianza política de la que es parte. A la vez que impulsó la idea de crear nexos para darle cabida a otro relato que precisó contextualizarlo en el camino del consenso.

 

—Frente a las miradas con las que se puede abordar un mismo tema, como los valores democráticos, la seguridad de los ciudadanos, el compromiso con la vida ….

—Claro que pueden existir dos miradas, todo depende desde que posición nos ubicamos, si se hace desde un nacionalismo exacerbado y se considera que con la potenciación de pensamientos únicos se construye un modelo de Nación que vislumbre el progreso y el desarrollo -lógicamente- quien disiente de ese pensamiento termina de la peor manera, con presos políticos, con persecución, con periodistas exiliados y acá en Argentina hay un núcleo residual que apuesta a este antagonismo y que apuesta a la lógica cuanto peor mejor, por eso se llega a esta situación donde no existe la solidaridad siquiera de expresar el repudio a la detención de dirigentes políticos o de periodistas que piensen diferente. Entonces, Argentina también sufre la consecuencia de la obstrucción que durante doce años ofreció la lógica de los antagonismos», reflexionó el parlamentario.

—¿Cual es la principal evidencia de la antinomia que en el orden político usted advierte senador?

El principal punto de esta antinomia radica en el cortoplacismo, la estrategia electoral entre el pasado que todavía esta vigente y que no quiere irse y un futuro que esta a mitad de camino puede servir en la medida que se tenga capacidad de construir política de Estado desde las diferencias. Lo que esta ausente en Argentina es la capacidad que tuvieron países que pasaron momentos muy complejos, como ejemplo España, que atravesó la guerra civil española, el franquismo y la Moncloa o el caso de Chile y Uruguay. El país tiene 4 o 5 puntos centrales que requieren de grandes acuerdos políticos, y entre estos hay algo ausente, es el peronismo y la definición de un nuevo liderazgo en Argentina.

—¿A que refiere senador?

—Mientras la referencia del peronismo o una parte importante pase por el Frente para la Victoria, expresado por Cristina Fernández de Kirchner es muy difícil construir esos parámetros que el país necesita.

—Hay sectores que sostienen que los proyectos que encarnan el Frente para la Victoria y la Alianza Cambiemos (UCR-PRO) son antagónicos, de allí que resulta difícil consensuar políticas ¿Usted lo cree así?

—Si, hay miradas que son irreconciliables, no en todos los temas. El Gobierno amplió la Asignación Universal, y en su momento fue una iniciativa de la oposición que se instauró con Cristina a través de un DNU y nosotros ampliamos derechos.  Las miradas irreconciliables tienen que ver desde la política como uno «se planta» fundamentalmente con el sentido común del adversario. Es decir que cuando por el hecho de pensar distinto ese adversario es un enemigo y en éste país se persiguió y hasta se intentó una especie de juicios populares, se enjuició con pancartas a periodistas, dirigentes sociales y a dirigentes políticos; las diferencias son abismales. Y tampoco existe un proceso auto crítico donde ese partido o facción que hoy ya no gobierna reconozca los errores y se encamine por un proceso de renovación -muy por el contrario-estas convencidos de su propio relato.

—¿Un ejemplo?

—Escuche a un senador por la provincia de Santa Cruz responsabilizar de todos los males de esa provincia al pasado reciente y hace 33 años gobierna el mismo partido. Cunado algunos se convencen que su relato es la historia cotidiana, y ese relato esta lejos de la realidad se termina de la peor manera.

—¿Como analiza el conflicto de Santa Cruz?

—Hay situaciones en Santa cruz que deben ser resueltas, hay elecciones primarias en agosto y en octubre una general. Será el propio pueblo de Santa Cruz quien tendrá que tomar decisiones y avanzar en el cambio, que siempre quedo trunco- por atajos como la ley de lemas, que permite la desvirtuación del coto popular. Y lo que si resulta inexplicable, que una provincia tan rica, que ha usufructuado regalías de las que no se rindieron cuneta, termine de la peor manera. Si lo hacen, son los mismos que gobernaron Santa Cruz, no hay otro partido político. Esta en el pueblo de esa provincia generar el cambio que se merece.

—Desde el Frente Renovador dijeron que el gobierno pierde tiempo en un relato que oscila entre corrupción-ajuste, que constituyen dos falsos ejes para discutir ¿lo ve al gobierno en esta situación?

—No comparto esa mirada, primero: corrupción no es un tema menor, en Argentina hubo un día en el que despertamos y descubrimos que existía una cueva que se llamaba la Rosadita, y que de manera obscena se contaba la plata y que los monasterios en realidad no eran tales y se tiraban bolsas. Y si hay jueces y fiscales que investigan no solo los hechos de corrupción de la década pasada es porque cambió mucho el país y eso hay que ponerlo en valor.

—¿Y sobre el ajuste?

—A que llaman ajuste, a la simplificación de una Argentina que cuando se creció a tasas chinas terminamos con más del 30% de pobreza y una inflación de galopante. Se destruyó el Indec y con él las estadísticas. Cuando el gobierno asumió no se cumplió con la transición de la entrega de los ministerios a los ministros correspondientes. Estamos transitando una etapa de mucho sinceramiento y no viene de la mano del ajuste, sino de decir la verdad y administrar el país con la verdad, y esto merece ser puesto en valor. La transparencia de un gobierno que avanza con decretos para que cuando existan posibles conflictos de intereses de los funcionarios o del presidente actue como una especie de freno y eso lo gestó el gobierno de Cambiemos como también de un gobierno que tuvo la capacidad de recuperar lo central, se trata del debate y el acuerdo con los bloques de la oposición, y esto no es una mala palabra. Hay tiempo de descuento, y lo electoral impide los grandes acuerdo que necesita Argentina para salir adelante. Reitero, mientras el peronismo este hegemonizado por Cristina será difícil construir consensos.