El Gobierno, la CGT y la Unión Industrial Argentina acordaron esta tarde una serie de medidas con el objetivo de alinear expectativas y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, dijeron fuentes oficiales.

El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, admitió al salir del cónclave que «podría haber adelantamiento de las paritarias».

El encuentro, que comenzó pasadas las 18 en el Palacio de Hacienda, contó con la participación de los ministros de Economía, Martín Guzmán; Trabajo, Claudio Moroni; y Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

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Por la central obrera participaron Pablo Moyano, Héctor Daer, Carlos Acuña y Andrés Rodríguez, mientras que por el sector industrial estuvo presente el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, junto al secretario de la entidad, Miguel Ángel Rodríguez; el vicepresidente Regional, Guillermo Moretti; y el director Ejecutivo, Diego Coatz.

Las medidas acordadas contemplan la posibilidad abrir negociaciones paritarias antes de las fechas estipuladas por cada sector, a la vez que las partes ratificaron la decisión de consensuar una canasta básica con 50 0 60 productos de primera necesidad a precios accesibles.

De manera específica, el Gobierno, los empresarios y los sindicalistas acordaron la apertura de la negociación de convenios salariales que aún no han vencido o que no se encuentran en etapa de tratativas.

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También acordaron conformar mesas de trabajo para diseñar e implementar las medidas tendientes para administrar las dificultades de la actual coyuntura, en particular en lo atinente al impacto de la inflación en las pymes.

Al finalizar la reunión celebrada en el Ministerio de Economía también firmaron una nueva acta de compromiso, al igual que la semana pasada.

“Las partes reunidas coincidieron en la necesidad de concertar acciones que permitan afrontar las dificultades económicas locales, agravadas por el conflicto en Ucrania, con el fin de mejorar el poder adquisitivo de los salarios, cuidar la canasta básica de consumo de los argentinos y argentinas y preservar la reactivación de la economía”, sostiene el documento.

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“Con el objetivo de mejorar el poder adquisitivo de los salarios, la CGT solicita que, frente a la posible evolución del costo de vida en el marco de esta situación, excepcional, se anticipe la apertura de negociación de aquellos convenios salariales que aún no han vencido o no se encuentran en la etapa de tratativas”, detalla uno de los puntos del acta.

Otro punto del documento sostiene que “adicionalmente, se coincidió en que bajo el actual escenario global se producen tensiones significativas en la cadena de suministros, acceso a insumos claves, logística y abastecimiento energético a nivel internacional. Por lo tanto, las partes acuerdan conformar mesas de trabajo para diseñar e implementar las medidas tendientes para administrar las dificultades de la actual coyuntura, en particular en lo atinente al impacto en las pymes”.

Previa

“Si bien yo no participé de la primera reunión, hoy fui invitado con el consejo directivo de la CGT, los empresarios y el Gobierno. Vamos a escuchar cuál es la última propuesta, estamos todos a la expectativa”, enfatizó Moyano en declaraciones a la prensa, antes de ingresar a la reunión.

Al entrar al Ministerio de Economía, el sindicalista precisó: “Lo que más está esperando la gente es que de una vez por todas el Gobierno le pueda dar una solución a este flagelo que es la inflación”.

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“No digo que de hoy para mañana se solucione, pero que por lo menos empiece a bajar un poco la inflación para que empiece a rendir más el salario”, puntualizó.

El control de la inflación es uno de los objetivos más importantes que el Gobierno Nacional se comprometió a tener en la mira, ya que el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar el pago de la deuda contempla que la inflación anual será del 48%, mientras que algunas consultoras ya estimaron una suba de precios cercana al 60%.

En las últimas semanas, además, las diferencias hacia adentro del equipo económico quedaron manifiestas cuando el secretario de Comercio, Roberto Feletti, admitió que «sin un plan macroeconómico el control de precios fracasa», al contestar cuestionamientos periodísticos por la impresionante tasa inflacionaria de los primeros meses del año, en especial en el rubro alimentos, el que más afecta el bolsillo de los argentinos y el que más viene aumentando en los últimos años.