En el marco de la presentación de los nuevos funcionarios que acompañarán al ministro de Seguridad Jorge Lagna en esta nueva etapa, el funcionario anunció el traspaso del Servicio Penitenciario a la órbita de su cartera y aseguró que para mediados del año próximo, ya estará funcionando un nuevo penal federal que permitirá descomprimir el sistema. También remarcó que habrá en los próximos meses más patrulleros y policía en las calles, pero apuntó que es fundamental que a la par, haya un Estado presente.

Sobre como se encarará la lucha contra el delito y la situación de violencia que vive la ciudad, Lagna anuncio que a partir de esta nueva etapa, el Servicio Penitenciario vuelve a la órbita de Seguridad. «Esto tiene que ver con un pedido del sector político, empresarial y universitario», aclaró a la vez que admitió que cree que así se podrá controlar mejor lo que pasa adentro.

Además, adelantó que hay previstas más unidades carcelarias. «Estamos seguros que a mediados del próximo año estará terminada la primera cárcel federal de la región centro, que estará ubicada en Larrechea. «Esto permitirá un mayor control de presos de alto perfil y descomprimir el servicio penitenciario que está totalmente estresado.

El ministro también reconoció que hay fallas, pero aseguró que se avanzan en las investigaciones y que, así como hubo un muy violento fin de semana, hubo muchos detenidos por balaceras y extorsiones y gran cantidad de procedimientos que permiten profundizar el trabajo de la Justicia.

En relación a la continuidad de algunas políticas que inició el anterior titular del ministerio, Marcelo Sain, Lagna reconoció que muchas de las iniciativas que partieron del Ministerio desde el primer día siguen vigentes y van a continuar. «Por ejemplo, el sistema de control policial, al cual yo adscribo totalmente. Hay cuestiones positivas que se han llevado adelante que las vamos a profundizar y hay otras que se van a cambiar, sobre todo en poner el foco en el trabajo conjunto con todos los actores sociales y políticos y la Justicia».

En ese sentido, el ministro aseguró: «Me verán muy seguido en Tribunales y en el Ministerio Público de la Acusación, para generar protocolos de actuación conjunta. El engranaje MPA-Policía tiene que ser mucho más aceitado y tenemos que tener protocolos firmes de actuación ante un hecho puntual».

El funcionario subrayó que no hay soluciones mágicas, pero que pretende que la gente vea «muchas más luces azules en la calle». «Por eso seguimos invirtiendo en nuevas patrullas y en arreglar las que ya no funcionan. Además, en pocos días van a ver en las calles a los nuevos agentes, egresados del Instituto de Seguridad Pública, que son 857 en total y que en su gran mayoría van a estar destinados a la ciudad de Rosario».

En cuanto al perfil de su gestión, insistió que es «trabajo y más trabajo, más diálogo con todos los actores, nacionales, provinciales y municipales». También señaló que apunta a un mayor diálogo con las organizaciones sociales. «Yo siempre digo que cuando hay un reclamo, hay que ir y escuchar. Hemos recibido duras cr´íticas de las organizaciones sociales y nos reunimos con ellos. Y como siempre digo y coincidimos todos en el diagnóstico, los patrulleros y los policías tienen que estar, pero también se necesita un Estado presente total. Esta situación de violencia en este contexto social requiere de un Estado presente. No podemos ser tan miopes y reducir la seguridad a un problema de policiamiento, pero si el Estado no se mete con todas su armas nacionales, provinciales y municipales, va a ser muy difícil de solucionar».