El presidente Mauricio Macri cargó duramente hoy contra la oposición que días atrás aprobó en el Congreso la ley antidespidos, posteriormente vetada, al señalar
que esos sectores «prefieren aferrarse al pasado y a los cepos que no nos permiten despegar».
Al fustigar la ley antidespidos, a la que llamó «antiempleo», destacó que el trabajo «no se genera a través de imposiciones, prohibiciones o sometimientos».
«Hay quienes creen que el Estado debe someter a la gente y que hay que promulgar leyes que más que crear empleo lo congela, deteniendo todo impulso a aumentarlo. Ellos son los que le temen al progreso, los que ven en el futuro una amenaza y en lugar de apostar a nuestra capacidad para crear y desarrollarnos, prefieren aferrarse al pasado y a los cepos que no nos permiten despegar», sostuvo Macri en una carta publicada en el diario La Capital de Rosario.
El presidente justificó su rechazo a la ley de emergencia ocupacional, que hubiera establecido la doble indemnización como dique frente a los despidos, al argumentar que dicha iniciativa parte del «pesimismo, de la idea de que estamos condenados a contentarnos con lo poco que nos dejaron».
«El empleo no se genera a través de imposiciones, prohibiciones o sometimientos. Se genera si hay confianza, ese valor que es capaz de impulsar o detener a un país entero», enfatizó.
En esta línea, el jefe de Estado apuntó: «La ley que aprobaron, que algunos llaman anti-despidos y yo llamo anti-empleo, aprobaron va en contra de este progreso. Es una ley que no ayuda a nadie, ni a los trabajadores ni a quienes están desempleados, porque espanta la posibilidad de crear trabajo».
Acto seguido, Macri criticó por elevación a Cristina Kirchner, al recordar que su antecesora había sido en 2010 una ferviente
opositora al tratamiento de una iniciativa antidespidos similar impulsada por sectores de la oposición».
«Hace pocos años, los mismos que hoy la aprueban dijeron que era mala, porque sabían que hacía daño a los trabajadores. Muchos de los que hoy la impulsan lo hacen movidos por intereses políticos, porque quieren que el gobierno fracase para volver y continuar con lo que hicieron hasta diciembre», afirmó.
Tras reiterar que «durante los últimos cinco años el empleo no creció» en la Argentina debido a que, según dijo, «el Estado se convirtió en una traba para que las personas y las empresas desarrollen sus iniciativas», remarcó que «ahora las cosas cambiaron».
«Todos tenemos esperanza en la Argentina que viene y son cada vez más las empresas que no sólo no piensan en despedir, sino que quieren crecer y tomar gente», se jactó.
«Mi responsabilidad, el gran objetivo por el que hoy estoy acá, es lograr que cada argentino tenga oportunidades para crecer, y no voy a descansar hasta lograrlo. Por eso, haciendo uso de mis facultades constitucionales y después de haber dialogado con los trabajadores y con millones de argentinos que quieren progresar, decidimos vetar ese proyecto que hace daño al empleo y a la gente», concluyó el jefe de Estado.