La ex canciller del gobierno de Mauricio Macri consideró el teletrabajo, acrecentado por la presencia de la pandemia de coronavirus, “tiene un nivel de invasión” que “excede la razonabilidad y la salubridad”.

Durante una entrevista ofrecida al programa Ahora Dicen de Futurock FM, la actual decana de la Universidad IE de Madrid agregó al respecto: “Ya sabíamos que se iba a transformar y esto es un acelerador de esa transformación porque han puesto a prueba al límite las capacidades que tenemos”, a la vez que consideró que le “faltan protocolos para regularlo”.

Consultada acerca de cuál es su mirada de las medidas adoptadas por Alberto Fernández frente a la contingencia producida por la pandemia Covid-19, la primera titular del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno de Mauricio Macri, señaló que por no estar en la Argentina le “cuesta monitorear cada una de las decisiones” gubernamentales.

No obstante, indicó que “en términos generales” le parece que “una decisión temprana fue muy buena decisión” y que “el anuncio de las medidas teniendo a (Horacio) Rodríguez Larreta de un lado y al gobernador de la provincia de Buenos Aires, (Axel) Kicillof por el otro, mostró consistencia y coherencia en la lectura del problema”.

“El presidente Fernández creo que tomó medidas muy fuertes pero necesarias para eliminar las posibilidades de crecimiento”, añadió.

Además de advertir que “la Argentina va a tener un impacto más allá de la pandemia”, en otro orden se refirió a las consecuencias que se avizoran en el mundo una vez pasada la crisis: “Yo soy una gran defensora de la cooperación y de la gobernanza mundial, y he dicho en muchas ocasiones que necesitamos de una gobernanza 2.0, una gobernanza nueva, superadora de la que teníamos, un nuevo compacto social no solo a nivel nacional sino a nivel global”.

En tal sentido, ensayó una hipótesis sobre lo que viene: “Ahora, la verdad, es que creo que hacia adelante nos enfrentamos con una división en el camino que tiene dos alternativas claramente contrapuestas. Una es una visión de trabajar en un esquema superador del existente, que nos mantenga en una solidaridad que reconozca la fragilidad y debilidades que tenía la globalización tal cual se había establecido y también las instituciones”.

Y prosiguió, manifestando que “la otra es un esquema en el que haya muchos países que tiendan al encierro, a la aislación, a un nacionalismo mal entendido, a una preservación de los intereses tan extremos…esa realidad existe hoy” y que cuando se mira al mundo “ hay muchos países, muchos líderes que están inclinándose por la segunda”.

“Yo estoy muy preocupada porque creo que es una lectura errónea pero también sé que el miedo muchas veces lleva a tomar decisiones de autoprotección y de defensa que atentan contra el bien común, el bien global y el bien compartido que son los valores en los cuales yo creo”, redondeó.

En tanto, exteriorizó que tiene “una enorme preocupación” por lo que sucede en España por el “impacto enorme que tiene no solo en lo macro, en lo económico y social, sino también a nivel de familia” al ser “una situación muy única y distinta que se siente”.

Después de añadir que “seguramente habrá una posterior prolongación” de la cuarentena en el país que reside, Malcorra se mostró con dudas porque “lo más probable es que haya ocho semanas de aislamiento con un proceso posterior de descongelamiento que no está claro cómo va a funcionar”.

“Ayer hablé con la ministra de Relaciones Exteriores de España, que además es una amiga, una ex colega de Naciones Unidas y me decía que uno de los grandes problemas que tienen es la gran cantidad de españoles esparcidos en el mundo y cuya repatriación es muy difícil, dado los condicionantes que se han impuesto en todos los países”, explicó para enseguida aclarar: “Hago este comentario para decirles que es una realidad que todos los países están viviendo con ciudadanos que han quedado varados afuera, lo que no significa que el mal de muchos sea consuelo de tontos, pero significa que es un problema muy grande que trasciende a lo que les pasa a las argentinas y a los argentinos”.

Consultada sobre las actitudes tomadas frente a la pandemia por los presidentes de Estados Unidos y de Brasil, Donald Trump y Jair Bosonaro, la rosarina dijo que “una pandemia es una cosa viva y cambiante que tiene impactos en distintos momentos que se valoran de distinta manera”.

“Entonces, cuando esto entre en una fase de mayor control, porque hasta que no haya una vacuna no va a haber total control, se van a ver mucho más los efectos colaterales como los efectos económicos. ¿Eso le va a provocar un impacto negativo al presidente Trump o al presidente Bolsonaro? Puede ser, también puede ser que el miedo que esto genera, haga que las sociedades se replieguen aún más y estos líderes tomen ventaja desde esa perspectiva, no está claro”.

Finalmente, ante la pregunta sobre su relación actual con Mauricio Macri, respondió escuetamente que tiene comunicaciones “esporádicas” que son más “sociales como son los saludos para fin de año o de cumpleaños” y que no ha tenido “ocasión” de hablar con el ex presidente sobre los temas actuales.