El presidente Mauricio Macri repatrió los 18 millones de pesos que guardaba en Bahamas y los invirtió en bonos de la deuda argentina, pero el Gobierno aclaró hoy que «no es una obligación» para los funcionarios seguir el mismo camino.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró en conferencia de prensa que si bien el jefe de Estado «invitó» a los miembros del Gabinete a repatriar sus capitales guardados en el exterior, se trata de una «decisión muy personal» que debe tomar cada uno.

«Nosotros hemos planteado y el presidente ha sido claro en ese sentido, es una invitación respecto al tema. Pero también (Macri) dejó muy claro que es una decisión personal de cada uno que contempla distintas situaciones y realidades», afirmó Peña.

En esa línea, el jefe de ministros señaló que la administración nacional considera «que esto no es una bajada de línea ni tampoco una obligación de cada uno (de los funcionarios) hacerlo, sino que en todo caso entra en el ámbito de una decisión personal». «Lo que sí está claro es que el presidente dio el paso necesario para que los fondos que él tenía en el exterior vengan a la Argentina y cumplió su palabra, al igual que la instalación de un fideicomiso ciego para lo que es su patrimonio», agregó.

Peña ofreció este martes una conferencia de prensa en la Casa Rosada junto al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, para realizar un repaso de gestión y destacar la entrada en vigencia de medidas oficiales con impacto económico.

Dos semanas después de que se revelara que el jefe de Estado tenía unos 18 millones de pesos depositados en un banco de Bahamas, Macri trajo el dinero al país e invirtió en bonos de la deuda argentina.

Según la explicación oficial a la prensa, el dinero era el mismo que había sido revelado en cuentas en Suiza y Estados Unidos en sus declaraciones anteriores, cuando era jefe de Gobierno porteño y luego candidato presidencial.

Lo que sucedió luego es que el banco suizo Julius Baer compró Merrill Lynch y cambió su domicilio a las Bahamas, por lo que el dinero del jefe de Estado aparecía registrado allí, aunque ahora
fue finalmente repatriado.

La aparición de la cuenta en las Bahamas coincidió además con el envío al Congreso del megaproyecto que incluye el blanqueo de capitales radicados en el exterior, lo que despertó un sinfín de
conjeturas en la oposición.