El presidente Mauricio Macri recibió en la Quinta de Olivos a la cúpula de la Unión Cívica Radical (UCR), en el primer encuentro bilateral entre el mandatario y su principal socio en la alianza gobernante Cambiemos.

El mandatario compartió un asado en el chalet presidencial acompañado de funcionarios nacionales y la vicepresidenta Gabriela Michetti.

Al término de la reunión, el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, y el titular de la UCR, José Corral, calificaron como «fructífero» el encuentro, en el que el funcionario del Poder Ejecutivo Nacional informó que se analizaron los doce de meses de «crecimiento» de Cambiemos y se realizó un «análisis pormenorizado de la situación política de cada uno de los distritos y el año electoral que arranca».

Frigerio subrayó que «tenemos un espacio político que ha logrado crecer cada vez más contra muchos que no lo esperaban».

Corral, por su parte, dijo que «en este año electoral se pone en juego el proceso de cambio que se inició en el país» y agregó que «el gobierno ha tomado los problemas y los quiere resolver».

En tanto, Frigerio aseguró que durante el encuentro se acordó la constitución de una mesa política que «va a oficiar de comando electoral» para fijar la estrategia de campaña.

Esa mesa estará representada por todas las fuerzas políticas que forman la alianza gobernante y en principio estará integrada por nueve representantes, cuatro del PRO, cuatro de la UCR y uno por la Coalición Cívica.

Corral agregó que los radicales «nos llevamos un buen panorama general» y dijo que el rumbo económico «es el correcto y los cambios serán graduales».

Sobre las Paso para la integración de listas, señaló que un criterio general que se estableció es agotar todas las instancias de acuerdo «para concentrarnos en la gestión de gobierno».

Del encuentro participaron por el PRO el Jefe de Gabinete de ministros, Marcos Peña; el ministro Frigerio; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y del PRO a nivel nacional, Humberto Schiavoni, además de la gobernadora María Eugenio Vidal y el vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli en representación de Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis.

Por el radicalismo estuvieron el titular del Comité Nacional, José Corral; su antecesor en el cargo, Ernesto Sanz; los presidentes de los bloques parlamentarios del radicalismo, Mario Negri y Ángel Rozas; la titular de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin, y los gobernadores Alfredo Cornejo, de Mendoza; Ricardo Colombi, de Corrientes; Gerardo Morales, de Jujuy y el vicegobenador bonaerense, Daniel Salvador.

Esta reunión se realizó en forma previa a la cumbre que mantendrán los radicales en febrero en la localidad de Villa Giardino, Córdoba, donde debatirán su estrategia electoral.

También se realizó en un clima de cierta tensión por los dichos del titular de Aduanas, Juan José Gómez Centurión, sobre la dictadura y los desaparecidos que fueron repudiados por gran parte de la dirigencia radical.

En ese sentido, el senador Rozas dijo que «los dichos del ex coronel Gómez Centurión son impropios de un funcionario de la democracia. Lamento los desatinados conceptos de este funcionario que en absoluto representa el pensamiento de Cambiemos».

Previo a la cena, la cúpula del radicalismo mantuvo una reunión con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el de Finanzas, Luis Caputo y Mario Quintana, vicejefe de gabinete.

Consciente de su poder territorial, el radicalismo apunta a encabezar las listas en la mayoría de los distritos y su objetivo es sostener, o en el mejor de los casos acrecentar, su representación parlamentaria.

En la cámara de senadores el radicalismo cuenta con nueve bancas, mientras el PRO ostenta seis. El radicalismo aspira a sumar de dos a tres bancas más.

Los tres senadores radicales que culminan su mandato son Luis Naidenoff, de Formosa; Silvia Giacopo, de Jujujy; y Alfredo Martínez, de Santa Cruz, provincias con fuerte presencia radical.

En diputados, en cambio, el PRO solo renueva 14 de las 41 bancas, mientras que al radicalismo le vencen 20 mandatos de 38.

Con todo, los radicales disienten en el esquema a seguir. Los que se sienten más débiles, se inclinan por un acuerdo nacional que evite la disgregación de Cambiemos, según fuentes radicales.

Otros, en cambio, en aquellas provincias con fuertes liderazgos radicales, prefieren resolver listas en las Paso, como Jujuy, Mendoza y Santa Cruz.

Los distritos de mayor conflicto entre el radicalismo y el macrismo son Santa Fe, Córdoba, la provincia de Buenos Aires y Capital Federal. En estos dos últimos distritos va a gravitar la presencia de Martín Losteauy y Elisa Carrió.

El encuentro fue entendido por los radicales como un «gesto de legitimidad» por parte del presidente hacia el rol que juega la UCR en la alianza gobernante.

La reunión había sido pedida por los radicales en el momento de mayor tensión con el PRO, en septiembre.

En ese momento, los «boinas blancas» habían reclamado mayor diálogo político y participación en los lineamientos generales de la gestión que encabeza el presidente, pero la designación de funcionarios radicales en los últimos meses atemperó el malestar.

La principal prioridad de la UCR es «ganarle la pulseada» a Frigerio y a Monzó, que buscan más peronismo en Cambiemos, agregaron las fuentes.