El presidente Mauricio Macri recibirá el próximo lunes a su par de Brasil, Michel Temer, en la Quinta de Olivos y, en medio de un almuerzo, analizarán una variada agenda de temas que va desde el comercio bilateral hasta la seguridad fronteriza, pasando por la situación regional y la necesidad de forjar un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea.

El jefe de Estado brasileño tendrá un rápido paso por la Argentina, en lo que será su primer viaje al exterior para mantener una reunión bilateral.

En las cinco horas que estará en el país, tras ser recibido por la canciller, Susana Malcorra, el jefe del Palacio del Planalto se trasladará a la Residencia Presidencial de Olivos para mantener un almuerzo con Macri y analizar varios puntos que son de interés para ambos mandatarios.

Según señalaron fuentes diplomáticas, el sucesor de la destituida Dilma Rousseff arribará a Buenos Aires acompañado por sus ministros de Relaciones Exteriores, José Serra; de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Mauro Borges Lemos; de Justicia, Alexandre de Moraes; y de Defensa, Raúl Jungmann.

Asimismo, la comitiva oficial que secundará al jefe del Palacio del Planalto también estará integrada por legisladores brasileños.

La elección de los ministros que lo acompañarán no fue casual, ya que cada uno de ellos se referirá a puntos específicos que el líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) planteará en el encuentro bilateral.

En ese sentido, la Cancillería del vecino país anticipó que en la reunión en Olivos se tratarán «temas relevantes de la agenda bilateral, destacándose iniciativas de seguridad y desarrollo de la región fronteriza».

Asimismo, ambos jefes de Estado «pasarán revista» a aspectos concernientes temas regionales y multilaterales como «el fortalecimiento económico y comercial del Mercosur y las relaciones externas del bloque», añadió el Palacio de Itamaraty.

En el plano económico, la caída de la economía brasilera afectó las exportaciones de la Argentina, ya que se trata del tercer socio comercial de Brasil a nivel mundial y el primero en América Latina.

El Presidente y la ministra de Relaciones Exteriores y Culto resaltaron en más de una oportunidad que cualquier cambio en la situación económica del vecino país afectaba a la economía local de manera directa.

«Si Brasil estornuda, la Argentina tiene neumonía», graficó la ministra de Relaciones Exteriores y Culto hace algunos meses, cuando todavía no se había concretado la destitución de la referente del Partido de los Trabajadores (PT).

El Mercosur será otro de los puntos importantes que pondrán sobre la mesa Macri y Temer, ya que coinciden en que el actual desempeño de la alianza comercial no beneficia a ninguno de los estados miembro.

Respecto al Mercado Común del Sur, ambos mandatarios también insistirán en la necesidad de lograr un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), lo que consideran vital para mejorar los rendimientos de la economía de la región.

También se pondrá sobre la mesa la seguridad en los casi 1.300 kilómetros de fronteras que comparten ambos países y que suelen ser aprovechados por narcotraficantes y contrabandistas, ya que se trata de zonas de frondosa vegetación.

Por otra parte, la visita de Temer no incluirá un paso por el Congreso Nacional, como suelen hacer la mayoría de los mandatarios que arriban al país.

La razón de esa decisión fue que el brasileño teme ser el blanco de críticas o manifestaciones en repudio a la destitución de Rousseff, tal como sucedió en la sede de las Naciones Unidas cuando los representantes de Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Bolivia, Cuba y Nicaragua dejaron el recinto cuando el titular del Palacio del Planalto subió a dar su mensaje en la Asamblea General.

Al respecto, la bienvenida de Macri a Temer servirá para mostrar un respaldo a la legitimidad del cargo que ocupa el brasileño tras la polémica generada en torno al impeachment, ya que el líder del PRO es uno de los mandatarios de la región que lo respalda, al igual que el de Paraguay, Horacio Cartes.

El almuerzo del próximo lunes será el primer encuentro bilateral formal entre ambos mandatarios, ya que anteriormente habían mantenido conversaciones informales durante la apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en la Cumbre de Jefes de Estado del G-20 en la ciudad china de Hangzhou y en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.