Finalizado el plazo para efectuar los reclamos judiciales, la deuda total que la Argentina deberá pagar a fondos buitre y demás acreedores que no ingresaron a los canjes de deuda trepó a casi 8.000 millones de dólares.

Las presentaciones realizadas ante el juez neoyorquino Thomas Griesa sumaron un total de 6.000 millones de dólares por bonos impagos, según información difundida por agencias internacionales.

A esa suma se deben agregar los 1.330 millones más intereses (1.700 millones) que el magistrado ya le reconoció a los fondos NML Capital del multimillonario Paul Singer y Aurelis.

Griesa había fijado este lunes -primer día hábil de marzo- como fecha tope para que quienes no habían entrado a los canjes de 2005 y 2010 pudieran efectuar el reclamo judicial bajo la denominación “Me Too” (a mí también).

Según la información, los 6.000 millones de dólares son producto de unas 150 acciones judiciales presentadas ante el juez neoyorquino.

Los demandantes piden ante el magistrado que se les conceda una sentencia similar a la ya dictada a partir de los reclamos de los fondos buitre.

Por propuesta de esos fondos que ganaron un juicio en Nueva York por 1.330 millones de dólares por esa deuda en default, estos querellantes, con y sin sentencia en otros tribunales estadounidenses, podrían ver reconocido su derecho al “pari passu”, o tratamiento equitativo, para cobrar lo adeudado al mismo tiempo que los tenedores de bonos reestructurados.

Tras la presentación de los “me too”, Argentina tendrá tiempo hasta el 17 de este mes para presentar su posición.

Los demandantes originales de la causa, los fondos NML Capital y Aurelius podrán hacer su descargo hasta el 7 de abril.

El Gobierno viene manteniendo una dura posición contra los fondos buitre y la posibilidad de una solución no aparece como cercana.

“Chupadores de sangre internacionalmente reconocidos”, calificó la presidenta Cristina Kirchner a estas organizaciones durante el discurso inaugural de las sesiones legislativas.