Los movimientos sociales enfatizaron su rechazo a los nuevos planes que propone la Casa Rosada, donde -entre otras cosas- será un requisito el hecho de haber terminado la educación secundaria para el cobro de los mismos.

Los grupos piqueteros calificaron a la nueva estrategia gubernamental como una venganza por la marcha del 21 de febrero, organizada por Hugo Moyano. Además, esgrimen que se trata de una nueva forma de «ajustar para abajo».

Por otra parte, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, aseguró que «ayudará a salir de la pobreza» la obligatoriedad de culminar estudios primarios y secundarios para los 260.000 beneficiarios actuales de Argentina Trabaja y Ellas Hacen.

Asimismo, el plan oficial llamado Hacemos Futuro le saca a la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie y el Movimiento Evita el manejo de los planes sociales, que serán a partir de ahora supervisados por el Ejecutivo, según informa La Nación.