A un mes de su asunción como nuevo gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz se metió de lleno en la puja entre los dos candidatos presidenciales que competirán en el balotaje del próximo 22 de este mes cuando Daniel Scioli y Mauricio Macri se enfrenten para ver quién se queda con el mandato para los siguientes 4 años.

En ese marco, Lifschitz advirtió que no cree que haya «tantas diferencias» entre lo que proponen uno y otro, así como también reafirmó que votará en blanco.

«Votaré en blanco por una cuestión de coherencia. No creo que en política uno puede saltar de un lado a otro, aunque algunos lo hacen. Yo he venido todo este año transitando una campaña electoral que ha sido muy reñida, compitiendo con el kirchnerismo y con el PRO, que han sido nuestros adversarios. Y no sería razonable ni coherente que ahora yo diga que hay que votar a uno u a otro«.

«Mi compromiso es que con el futuro presidente vamos a establecer el mejor vínculo y relación, más allá de las diferencias, porque necesitamos trabajar en conjunto», agregó el futuro gobernador de Santa Fe en diálogo con LT3.

Respecto de las figuras de Scioli y Macri, expresó: «Sinceramente no creo que haya tantas diferencias entre lo que va a hacer uno y otro. Con ambos tengo una buena relación personal. A Daniel Scioli quizás lo conozco de más tiempo, porque tiene una trayectoria política más larga, pero con los que van a ser colaboradores de uno y otro tengo excelente relación. No creo que haya un obstáculo para que podamos tener un buen vínculo. Y con los legisladores nacionales de la provincia del kirchnerismo y del PRO vamos a hacer un buen trabajo de articulación».

Respecto de su gestión, adelantó que cuando termine el proceso eleccionario convocará a Miguel Del Sel y a Omar Perotti -contendientes en las elecciones a gobernador- «para conversar sobre el futuro de Santa Fe, para lograr políticas de Estado y coincidencias».

Según manifestó, se viene «un tiempo de mucho diálogo» y se siente «capacitado y con vocación para construir un diálogo que sirva, no sólo para mantener buenas relaciones, sino para tener políticas de Estado».

«Estoy convencido -agregó Lifschitz- que en los temas importantes que le interesan al ciudadano común no tenemos grandes diferencias respecto de cómo encarar los problemas de seguridad, de obra pública o educación. Los niveles de coincidencias son muy altos, no tiene sentido que, por revanchas partidistas, terminemos obstaculizando la posibilidad de hacer cosas concretas para la provincia y el país».