El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschtiz, le reclamó este miércoles al mandatario electo de esa provincia, el peronista Omar Perotti, que anuncie su futuro gabinete y así «acelerar la transición» entre ambas gestiones.

«Se va acelerar (la transición) cuando se conozca el gabinete del nuevo gobernador, que va a permitir avanzar en diálogos directos», sostuvo el socialista Lifschitz, que el 10 de diciembre dejará el gobierno.

El mandatario del Frente Progresista apuró de esa manera al gobernador electo, Omar Perotti, quien dijo que recién anunciará su gabinete luego de las elecciones generales nacionales, del 27 de octubre.

Funcionarios de uno de los ministerios de la Gobernación dijeron que efectivamente aguardan conocer quiénes serán sus sucesores para poner en marcha la transición de una gestión a otra.

«A nosotros nadie nos llamó, no sabemos con quién hablar», dijo el vocero.

Desde el triunfo justicialista en Santa Fe en las elecciones de junio, Lifschitz y Perotti constituyeron una mesa de transición con referentes de cada espacio político.

Ese diálogo produjo algunos chispazos cuando el peronismo adelantó que asumiría la Gobernación santafesina con un déficit de alrededor de 20 mil millones de pesos.

Lifschitz le bajó el tono a esas disputas públicas al asegurar hoy en declaraciones radiales que «las chicanas son propias del juego de la democracia».

A la vez, sostuvo que «el gobernador (electo) va a tener una ventaja que no tiene ninguno que es una deuda a cobrar cash de inmediato de más de 100 mil millones de pesos que pelearon los gobiernos del Frente Progresista».

Se refirió así al juicio ganado por Santa Fe ante la Corte Suprema de Justicia nacional por la detracción del 15 por ciento de recursos coparticipables que iban a financiar la seguridad social durante los gobiernos kirchneristas.

Desde el comienzo de su gestión, a fines de 2015, Lifschitz buscó un acuerdo con Nación para cobrar esa deuda por diferentes vías, como efectivo, obras públicas y títulos del Tesoro nacional.