Se acabó lo que se daba. El gobernador de la provincial Miguel Lifschitz firmó un decreto de autoría de Hermes Binner que en 2008 buscó limitar los sueldos de los funcionarios políticos y directores de empresas públicas, como Aguas Santafesinas y la EPE.

Se trata del decreto número 2055/18 que se publicó ayer en el Boletín Oficial y establece que “ninguna autoridad o personal del gabinete” o directivo de “sociedades del Estado o sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria podrán percibir una remuneración o contraprestación por todo concepto, bajo cualquier modalidad” que supere el ingreso de un ministro del Poder Ejecutivo. Así las cosas, el gobernador será quien se quede con el salario más alto.

Según publicó Rosario12, Lifschitz justificó la medida en la “lógica de la austeridad” y lo consideró una “medida concreta” para “controlar” y hacer más eficiente el “gasto público”. El objetivo es aplicar “políticas de contención, control y reducción del gasto con la finalidad de compatibilizarlo con los recursos disponibles”.

“Es necesario -planteó el mandatario- que las remuneraciones de las autoridades superiores, que presten servicios en el ámbito del Gobierno, se ajusten a parámetros uniformes en un contexto de lógica austeridad” y respondan “a principios de eficiencia y eficacia”. Esto permitirá un “manejo ordenado de la finanzas públicas”, contribuirá a “establecer un marco de previsibilidad en el accionar económico y financiero del Estado” y amortiguará “el eventual impacto que puedan tener las eventuales fluctuaciones de la recaudación provincial”.

La firma fue concretada el pasado viernes, y si bien no será retroactiva “porque son derechos salariales”, a partir de ahora “cualquier sueldo que sea superior al del gobernador tendrá que retrotraerse a los montos que perciben los ministros”, explicó.

La semana pasada se desató una polémica cuando quedaron expuestos los sueldos de los directivos de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).