El 21 F tuvo su expresión final en las palabras del secretario general del gremio de Camioneros, Hugo Moyano, quien al inicio de su disertación aseguró «no estar implicado en ningún tema de corrupción», aunque afirmó tener «las suficientes pelotas» para defenderse solo en caso de «tener algún problema».

Luego de recordar haber estado preso en tres ocasiones «dos veces en la dictadura mientras muchos de los que gobiernan estaban debajo de la cama», Moyano advirtió: «No venimos a amenazarlos, no somos desestabilizadores, somos hombres y mujeres de trabajo que venimos a decirle al gobierno que no apliquen políticas que hambrean a los trabajadores hoy, sino que también van a hipotecar el futuro».

Además, el gremialista afirmó que «esta movilización multitudinaria conformada por distintos sectores políticos y sociales, tiene por objetivo decirle al gobierno: señor presidente, no siga llevando adelante políticas que hambrean a la parte más sensible de la sociedad, a nuestros queridos viejos a los que han engañado con el título de la reparación histórica».

El eje central del discurso del dirigente camionero tuvo su exposición cuando recomendó que es una marcha en la que se fue a «expresar los sentimientos pacíficamente hombre y mujeres de trabajo», a los que no se les debe «tener miedo, sino respeto».

En otro sentido, se dirigió a «algunos periodistas que dan lástima» porque «estos señores no saben que los que más queremos la pacificación del trabajadores, somos los trabajadores», para después completar diciendo que «la pacificación del país se hace con salarios dignos».

Finalmente, se refirió otra vez a su situación personal: «No tengo miedo de ir preso, estoy dispuesto si la Justicia dice que tengo que ir, estoy dispuesto a dar la vida si es por los trabajadores y lo digo de corazón. No me voy a ir del país, no tengo plata afuera, como quisieron inventar».