El precandidato presidencial de Consenso Federal 2030, Roberto Lavagna, declaró hoy ante la Justicia que «jamás existió ningún ofrecimiento directo o indirecto» de dinero para que decline su postulación y atribuyó esa versión a las «fake news» en tiempos de «campañas sucias políticas».

«En lo personal he puesto esa noticia en el plano de las campañas sucias políticas y de las fake news», sostuvo el dirigente opositor en su declaración testimonial ante el fiscal federal con competencia electoral Jorge Di Lello.

Incluso, el ex ministro de Economía remarcó que su «primer conocimiento» del supuesto ofrecimiento de 8 millones de dólares que habría recibido fue a partir de un artículo publicado en Perfil por el periodista Jorge Fontevecchia.

«Todos saben que hubo intentos reiterados de que yo renuncie a mi candidatura y, obviamente, no lo han conseguido ni lo conseguirán», resaltó el economista.

En tanto, el ex presidente Eduardo Duhalde había declarado el pasado lunes también como testigo: había asegurado que la versión surgió de punteros políticos cuya identidad ideológica no atribuyó.

Fiscal federal Jorge Di Lello

Además, aclaró que el rumor sobre el ofrecimiento de dinero surgió en el ambiente empresarial y político.

Di Lello encaró la investigación a partir de una publicación hecha hace unos días que indicaba que Roberto Lavagna habría recibido una propuesta de 8 millones de dólares para bajarse de la precandidatura presidencial.

Luego de la preliminar, el propio fiscal determinará si existen elementos de fondo para encarar una causa o bien si se desestima todo por falta de pruebas.

Antes de tomarle declaración a Lavagna, Di Lello había señalado en diálogo con Futurock que «estas actuaciones no están vinculadas al Código Procesal Penal, porque no se avizora por lo menos hasta ahora que haya habido un delito».

Al ser consultado sobre si podría haber habido un ofrecimiento de dinero y que eso no configurara un delito, el fiscal había manifestado: «¿Cuál sería el delito? La decisión política, aunque sea una porquería, no es judiciable, no debe ser judiciable sino nadie va a querer agarrar un cargo publico».