El director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Oscar Thomas, desmintió que las turbinas hayan sido expuestas a una «sobreexigencia» pero luego la admitió y reconoció que partes de la hidroeléctrica están «cercanas a la fatiga y podrían sufrir fisuras».

El funcionario emitió dos comunicados a través de su cuenta en la red social Facebook, en los que mostró algunas contracciones que agregaron confusión a la situación real de la hidroeléctrica ubicada sobre el río Paraná, entre la provincia de Corrientes y Paraguay.

En un primer texto, dijo: «La Entidad Binacional Yacyretá informa que en ningún momento ha sometido a sus turbinas a mayor esfuerzo del que estas pueden soportar. Se desmiente en forma taxativa cualquier tipo de sobreexigencia como indicaron algunas versiones periodísticas y se ratifica que la represa está operando normalmente».

Thomas indicó que luego de años funcionando a una cota inferior a la de diseño «producto de las políticas neoliberales» por las que deliberadamente se resolvió no terminar las obras, Yacyretá viene implementado desde 2012 un programa de «rehabilitación de su parque generador concordante con el cumplimiento de la vida útil del mismo».

Por ello, Thomas ordenó que dos turbinas vayan a un proceso de rehabilitación con paradas de 6 meses y otras dos turbinas entren en etapa de mantenimiento programado con corta duración de parada, según el primer comunicado.

«Todo esto manteniendo una generación anual de 20.000 Gigavatio hora (GWh)», aclaró el director ejecutivo de la empresa administrada por los gobiernos de la Argentina y Paraguay, que alimenta a ambos países.

Luego, en otro texto, Thomas reconoció que las veinte turbinas de la hidroeléctrica «han experimentado una fuerte disminución de su vida útil por haber operado casi 15 años con un salto de siete metros, inferior al de su diseño original».

Precisó que «desde 2010, Yacyretá viene estudiando esto, asesorada por universidades y expertos, para entender e intervenir sobre los eventos que pudieran surgir».

Señaló además que «de unas 240.000 horas» de vida útil de las turbinas, «se redujo a menos de la mitad» por operar con un nivel de agua inferior al necesario, lo que «significó que partes fijas del tubo de aspiración y del anillo de descarga y partes móviles del sistema Kaplan, sometidas a sobreexigencias mecánicas y dinámicas, estén cercanas a la fatiga y podría sufrir fisuras».

Añadió que «a mediados de 2011 se tenían evidencias ciertas del panorama de situación. Por ello se apercibió al diseñador y proveedor de las turbinas para que asistan a Yacyretá en la resolución de la cuestión» y «así fue que Voith Hydro comenzó a trabajar en la rehabilitación del parque generador desde 2012».