Conclusión Buenos Aires

En un plenario de las comisiones de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico, Acción Social y Salud Pública, Comunicaciones e Informática, y Legislación Penal de la Cámara de Diputados, diversos oradores abordaron la creciente problemática de las ciberapuestas y la ludopatía en las infancias y juventudes. La reunión contó con la participación de destacados expertos y representantes de diferentes sectores de la sociedad.

La ludopatía infantil, juvenil o juego patológico en niños, es una adicción al juego en personas menores de edad. Al igual que los adultos, se manifiesta con comportamientos compulsivos alrededor de los juegos de azar, videojuegos o apuestas en línea.

De la Alianza de Iglesias Evangélicas, Roberto Padilla,  destacó la urgencia de regular las plataformas de juego, haciendo especial énfasis en la necesidad de eliminar las actividades ilegales. «Tienen que cesar las actividades de todas las plataformas de juego, especialmente las ilegales», afirmó Padilla. Además, subrayó la importancia de abordar el consumo problemático de juegos de azar y el uso de pantallas en niños, regulando el tiempo que pasan frente a ellas y limitando la publicidad sobre apuestas.

«Esto va más allá de una actividad recreativa. El consumo de juego y apuestas lleva a problemas financieros y laborales en los jóvenes», advirtió. Padilla, quien también llamó a «garantizar el acceso a terapias y tratamientos para aquellos que ya sufren de esta condición».

Por su parte, Víctor Francisco Lupo, ex Subsecretario de Deportes de la Nación, señaló que convertir el deporte en un juego de apuestas trae aparejada la violencia y el vicio, fomentando las apuestas online. «Instalaron un casino en cada celular. Debemos eliminar el juego online porque allí está la cabeza de la hidra. Con los chicos no se juega», declaró Lupo.

La ludopatía, también conocida como juego patológico o adicción al juego, es un trastorno psicológico caracterizado por la incapacidad de controlar o detener.

Darío Álvarez Clark, educador, destacó que la educación es fundamental para abordar esta problemática, aunque reconoció que es imposible pensar la educación sin tecnología. «La ludopatía entra por la puerta del entretenimiento. Está al alcance de cualquier teléfono. Los adultos tenemos que estar sensibles al clima y los síntomas a los que están expuestos los jóvenes», manifestó Álvarez Clark, subrayando la importancia de sensibilizar, educar y legislar.

Fernando Soto, abogado en el Ministerio de Seguridad de la Nación, resaltó cómo estas cuestiones afectan directamente a los niños. «Los delitos están al alcance de la mano de los niños», afirmó Soto, subrayando la necesidad de definir claramente la ludopatía para que la ley sea efectiva. También propuso incorporar en el Código Penal la figura de ‘fraude’ para quienes inciten a un menor al juego de azar y de apuestas, con una sanción de hasta dos años.

Por su lado, Facundo Bianco, co-fundador de Bienestar Digital Comunicación, instó a prestar atención a la creciente mercantilización de las experiencias y la idea de ganar dinero fácil. «El 75% de las plataformas no están registradas. Hay un vacío legal. No basta restringir el acceso porque hay ‘cajeros’, es decir, adultos que hacen las apuestas por los chicos si ellos no pueden acceder a las plataformas», alertó Bianco. También enfatizó que los adultos deben ser referentes en los entornos digitales y que la política debe ocuparse de este tema para evitar que quede en manos de corporaciones con fines puramente económicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la adicción al juego o ludopatía como una enfermedad e incluye en esta problemática a los “juegos digitales” o “videojuegos”. En nuestro país, la regulación de las apuestas online y el juego es competencia de cada provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Existen normativas y marcos legales comunes, principalmente el artículo 301 bis del Código Penal de la Nación Argentina que, si bien no se refiere específicamente a menores de edad, sanciona a quienes exploten, administren, operen u organicen juegos de azar sin la debida autorización.

Las exposiciones concluyeron con un llamado a la acción para crear un marco regulatorio robusto que aborde esta problemática de manera integral, protegiendo a los jóvenes y brindando herramientas efectivas para combatir la ludopatía y las ciberapuestas.