Las contradicciones de Carrió entre su patrimonio y sus quejas públicas

La diputada oficialista Elisa Carrió, una de las más altas referentes de Cambiemos, viene reproduciendo quejas públicas por la crisis económica que atraviesa el país, que según ella también la afecta.

A principios de marzo de 2018, por ejemplo, “Lilita” comentó en plena sesión de la Cámara de Diputados de la Nación que había tenido que pagar 6 mil pesos por un chivo (en dos cuotas), tras lo cual criticó “los aumentos en el supermercado”.

Días más tarde se levantó una polémica que llegó a tensar al máximo su relación con el presidente Mauricio Macri, cuando este, tras la publicacion de un articulo en Clarin que señalaba a Carrió como máxima beneficiaria de los canjes de pasajes en el Congreso de la Nación, criticó ese modus operando de los legisladores.

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“Para mí son gastos de movilidad, él no lo sabe porque viaja en helicóptero desde chiquito”, contraatacó entonces la líder de la Coalición Cívica, para agregar que lo hacía porque “no le alcanzaba para pagar la tarjeta de crédito”.

Ya en marzo de 2019, nuevamente en su banca de diputada, sostuvo que tendría que vender su auto porque no le alcanza el dinero. “En junio, cuando recorrí el país, dije que venían los peores meses para la economía del país. A mí me pasó también, estoy vendiendo el auto”, espetó.

Lo cierto es que la situación patrimonial de la diputada parece desmentir sus planteos, ya que percibe un suculento sueldo y sus cuentas bancarias no parecen exhibir una situación de apremio financiero.

Carrió posee además un coqueto departamento en la calle Santa Fe, en el barrio porteño de Recoleta, y un Toyota Corolla, que no fue vendido todavía y tiene unas siete multas sin pagar.

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Desde diciembre de 1995 percibe ingresos de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, que a finales de 2018 ya sumaba unos 152 mil pesos mensuales.

Según datos del Indec, el salario promedio de un trabajador en Argentina es de 18.012 pesos, que a un tipo de cambio de 41.25 por dólar, da una media de ingresos de 436 dólares mensuales. Mientras aduce problemas severos en sus finanzas, Carrió, con sus casi 4 mil dólares mensuales y un plazo fijo de 2.4 millones, mira por el retrovisor a la mayoria de los asalariados argentinos.