En la medida que se fue extendiendo la cuarentena social obligatoria por causa de la pandemia de coronavirus que asola el mundo, en Argentina distintos sectores ligados a la patria contratista y algunas multinacionales, multiplicaron gestos inequívocos que dicen no estar de acuerdo con las medidas lanzadas por el gobierno nacional.

En sintonía con el brasileño Bolsonaro, que propuso reducir los salarios de los trabajadores a la mitad por el cese de actividades, algunos sectores de la empresa locales están inquietos porque el presidente Alberto Fernande, que en los balances de este año, «no van a perder, ganaran menos». Pero ganarán.

Por caso a partir de mediados de marzo, desde Came le reclamaron 9 medidas al Ejecutivo nacional y la consideración de «una caurentena económica». El aviso fue de tal magnitud, que alertaron de un cierre masivo de empresas si no se los apoya con medidas de acción directa.

Recientemente, hubo un estímulo lanzado por el Gobierno por unos $500 mil millones, que constituyó un primer paso para empezar a contener las urgencias sanitaria y económica.

En realcion a como se vienen perfilando los acontecimientos, el titular de la CTA de los Argentinos, y diputado nacional del Frente de Todos, Hugo Yasky no descartó que desde políticas activas del Estado, se pueden evitar despidos en las empresas privadas debido a la situación económica generada por la paralización de algunas actividades debido al coronavirus.

El sindicalista sostuvo que el Ministerio de Trabajo «debe poner en práctica el mecanismo de conciliación obligatoria», en clara alusion a lo que ocurrio con la empresa Techint. 

Para el legislador, se trata de señales muy claras con las que el empresario Paolo Rocca «dijo que este es el rumbo que tiene que tomar la economía».

Este lunes, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por un período hábil de 15 días en el conflicto que por el anuncio de 1.500 despidos mantienen la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) y el Grupo Techint, tras lo cual el grupo empresario acató la decisión oficial y retrotrajo las cesantías.

Las maniobras de Techint, no son nuevas, a comienzos de enero se produjo un conflicto por el despido de 400 trabajadores de las plantas de Tenaris y Siderca. 

Para Yasky, el anuncio de los despidos fue la manera de «decirle al presidente Alberto Fernánez que por acá ellos no van a ir, al igual que lo que hizo Roggio bajando los salarios, o el cacerolazo de anoche: todo eso forma parte de un deja vú de quienes sienten nostalgia y añoran el Gobierno de los ricos para los ricos».

En ese sentido, el dirigente gremial dijo estar de acuerdo «con la CGT en buscar todos los medios legales para que no haya elementos de los que se puedan agarrar los grupos empresarios para despedir».

Sin embargo, «no se ha madurado en términos políticos la necesidad de constituir a todas las centrales sindicales con un protagonismo social», indicó Yasky respecto de una eventual unidad sindical, y afirmó que ahora lo que existen son «expresiones fragmentadas de sectores que coincidimos».

«Hay que construir un protagonismo de las centrales sindicales, es una deuda que tenemos», aseguró Yasky, y subrayó: «la discusión va a pasar por quién paga las consecuencias de esta crisis, que nos agarró a nosotros con las defensas bajas en términos de la economía del país».