Continúan los interrogantes. En las declaraciones que dio, Sara Garfunkel, madre del difunto fiscal Alberto Nisman, ante la jueza de la causa, Viviana Fein, dijo que la puerta de servicio tenía dos cerraduras -dato que el cerrajero no había aclarado- y que una de ellas estaba “activada”, es decir, cerrada.

Días atrás, el cerrajero de nombre Walter le dijo a Fein que solo tuvo que «empujar con un alambre la llave que estaba puesta desde adentro», ya que la misma no estaba girada. Sin embargo, la señora Garfunkel, confirmó que la cerradura inferior de la unidad 4 del piso 13 de la torre Le Parc, no estaba cerrada con llave, pero la tenía puesta del lado de adentro; en tanto que la superior sí contaba con la cerradura activada.

Ayer, el presidente de Swiss Medical, Claudio Belocopit, aseguró que la madre de Nisman fue quien llamó al servicio de emergencias de la prepaga «con la convicción de que el fiscal había fallecido». De esta manera, el operador llamó al 911 e inició un código azul.