La Legislatura porteña sancionó una reforma a la ley que regula la actividad de las inmobiliarias que establece que los inquilinos no deberán pagar una comisión al momento de alquilar una vivienda y fija que serán los propietarios los que tendrán que afrontar ese gasto, que no deberá superar el 4,15 por ciento del valor del contrato.

Se trata de una reforma a la Ley 2.340 que, según la proyección del oficialismo, busca favorecer a más de 400 mil familias.

Como se preveía, el oficialismo y casi toda la oposición votaron en conjunto, y la votación terminó con 51 votos a favor, 2 abstenciones y ninguno en contra (se encontraban presentes 53 de los 60 diputados que componen la Legislatura porteña).

Entre los argumentos expuestos hubo coincidencia en que el objetivo es facilitar el acceso al alquiler ya que esta comisión, más los adelantos y los costos de la mudanza, hacían que los inquilinos tuvieran que afrontar muchos gastos de entrada.

No obstante, la aprobación de esta norma recibió cuestionamientos de parte de las inmobiliarias que anticiparon que recurrirán a la justicia al considerar que lo sancionado es «inconstitucional» y que perjudicará directamente a su actividad.