Sectores ligados a la industria del libro manifestaron, a través de un comunicado, su respaldo a la fórmula presidencial del Frente para la Victoria que integran Daniel Scioli y Carlos Zannini, para “no retroceder con las políticas que beneficiaron a la producción editorial en los últimos años.

“En esta coyuntura acompañamos la fórmula de Scioli-Zannini con la firme convicción de seguir trabajando para no ceder en nada de lo conquistado. Llamamos a las organizaciones gremiales del sector; a colegas editores y trabajadores de de la industria editorial a votar al Frente para la Victoria”, sostiene la comunicación.

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Máquina impresora y armadora de libros

Los firmantes son editores, libreros, distribuidores, escritores, traductores, correctores, imprenteros, gráficos, diagramadores, encuadernadores y demás trabajadores de la industria del libro, quien además convocaron a un acto que se llevará a cabo el domingo 15 en la plaza de la Biblioteca Nacional en respaldo a la candidatura de Scioli.

“Formamos parte de un sector productivo de nuestro país que, tras sufrir durante casi 25 años distintas políticas económicas devastadoras que lo colocaron el borde del colapso, se ha recompuesto en los últimos 10 en el marco de políticas económicas y de producción que se gestaron desde el Estado nacional», aseguraron.

En ese sentido, señalaron: “Ante la perspectiva de una devaluación o liberación del mercado cambiario, disfrazada de política de shock, sumada a la apertura de las importaciones, desde la industria editorial manifestamos nuestra alerta”.

Según entiende el sector editorial y librero, en caso que el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, llegue a la presidencia, las medidas que este tomará “implicará inmediatamente la entrada como avalancha de los excedentes de stock de las editoriales españolas, que están a la espera del ‘asalto’ al mercado del libro argentino para compensar sus déficit derivados de las crisis económicas en ese país. Esto conducirá inevitablemente a un achique del sector, incluyendo despidos y cierres de pequeñas empresas”.

En otro tramo del comunicado, las editoriales argumentan saber «que las políticas destinadas a las industrias culturales de la actual administración todavía tienen muchos temas pendientes, somos conscientes de que el trabajo hecho no puede de ninguna manera malograrse. Desde el macrismo no se propone nada consistente para las industrias culturales que, como la editorial, ha logrado un esforzado desarrollo, y la experiencia en la CABA es desalentadora».

La industria del libro tuvo un notable crecimiento durante la última década: en 2002 se produjeron 32 millones de ejemplares de 9500 títulos; en 2014, 130 millones de ejemplares de 28.000 títulos.

Sobre las propuestas políticas, los editores sostienen que en «términos de industria, y no sólo de ‘cultura’ como valor intangible, el slogan ‘cambiemos’, una consigna vacía de contenido y lista para todo uso, se transforma en una verdadera amenaza a nuestra actividad”, revelan desde Gog y Magog, Las Cuarenta editorial, Editorial Conejos, Alto Pogo, Belleza y Felicidad, Años Luz Editora, La Marca editora, Mil botellas, Paisanita editora y 27Pulqui, entre otras.

“El sector está lejos de la edad de oro de la edición argentina, que se dio entre 1938 y 1955. Sin embargo, resulta claro que ha salido de la anomia a la que había sido condenado desde mediados de los años 70 y con las políticas de los 80 y los 90, que facilitaron la excluyente concentración de la industria editorial en pocas manos”, fundamentaron editores y libreros en el documento.