La Corriente Clasista y Combativa (CCC) marchó este lunes por la mañana por calles del centro rosarino en reclamo de la situación social y laboral que se vive en el país. El inicio fue en Corrientes y Córdoba, frente a la Bolsa de Comercio, para culminar frente al municipio, en Buenos Aires al 700.

Conclusión, presente en el lugar, dialogó con los representantes de la organización Ramón Aranda y Eduardo Del Monte, quienes manifestaron: «Es repetitivo este pedido, lo venimos haciendo desde 2009,  y con mucha fuerza el año pasado reclamando trabajo. Se habló de una ciudad urgente, de emergencia social, pero con eso alcanza para algunas organizaciones y otras no. Va creciendo el hambre y la desocupación, ya estamos en 10,5 por ciento, hay mucho sufrimiento en la gente, creció asistencia a comedores escolares y comunitarios, no alcanza con los comedores municipales, la tarjeta de ciudadanía son 273 pesos al mes, una miseria».

Sobre la necesidad de empleo y asistencia declararon a Conclusión: «Pedimos programas de trabajo con masividad. Hasta ahora salen programas pero cubren una parte de algunas organizaciones que peleamos por la emergencia social, pero otras tantas quedan desprotegidas, sobre todo los que no están organizados, el desocupado común que no sabe donde recurrir. El Estado tiene que garantizar el derecho a trabajar. Solicitamos que se abra la inscripción en general para los desocupados en los programas de empleo que lanzan, para recuperar la dignidad de  trabajar».

Finalmente, sostuvieron que «lo que se ha logrado, que son estos programas, ha sido porque varias organizaciones a nivel nacional luchamos todo el año pasado para tener algunas cosas importantes. Esto impacta dentro de la organización pero en lo que hace a la realidad de la desocupación es una gota en el mar. El presidente Macri ha demostrado hasta dónde es capaz de llegar con sus políticas con la quita de pensiones a discapacitados para ir a fondo con el ajuste en favor de grandes terratenientes, grandes empresas y las elites. Por eso arrancamos la marcha desde la Bolsa de Comercio». Y reflexionaron: «Cuando el pueblo sale a la calle puede hacerle cambiar la agenda al gobierno, hacerlo retroceder, si con la dispersión que hay hoy del movimiento popular se logra esto, ¿qué pasaría si todos nos uniéramos con un programa común pidiendo que pare el ajuste?».