Por Aldo Battisacco -Enviado especial a Buenos Aires – La Coalición Cívica-ARI, que conduce Elisa Carrió responsabilizó a Evo Morales por haber desatado “el inicio de la alteración del orden constitucional y democrático en Bolivia”.

A través de un comunicado cargaron contra el mandatario depuesto, al acusarlo de intentar «ser reelecto a pesar de lo que indicaba la Constitución de ese país».

En el documento, que trata sobre la situación en Bolivia, omitieron hacer alusión al “golpe de Estado”, aunque enfatizó que “las Fuerzas Armadas siempre deben subordinarse a las instituciones del Estado y abstenerse de toda participación que vulnere el orden democrático”.

Sin embargo, destacaron la necesidad de cumplir con algunos preceptos legales que parecen ser más importantes que el golpe en sí: “Mantener el imperio de la Constitución es imprescindible, respetando la periodicidad de los mandatos y la división de poderes sin correrse un centímetro de la vía democrática»,

Y seguidamente, refirieron que «ese no fue el camino elegido por Evo Morales y fue el inicio de la alteración del orden constitucional y democrático que hoy vive Bolivia”.

“Morales intentó una nueva reelección, que le estaba vedada por la Constitución; llamó a un plebiscito para poder hacerlo y desconoció el resultado adverso de ese referéndum. Se presentó a la elección y coronó estos hechos con la adulteración del resultado electoral», señalaron.

Para la CC-Ari , “la única forma de solucionar los conflictos políticos es garantizando elecciones libres, sin fraude y en paz, en las que la que todos los sectores políticos -no solo los partidarios de Morales- convoquen al respeto del estado de derecho”, aunque no hay sugerencias para el comandante en jefe de las fuerzas armadas bolivianas, que le pidió la renuncia al presidente asilado en México.

Finalmente, exhortaron “que se garantice la seguridad del presidente y los diputados y senadores que deben cumplir con la Constitución y lineamientos institucionales. Bregamos por una región en paz con democracia, instituciones fuertes e independientes que renuncie a la violencia, y no se utilice a la ciudadanía como rehén”.