El precandidato a gobernador bonaerense del Frente de Todos, Axel Kicillof, desmintió hoy que reciba «órdenes» del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, al tiempo que tomó distancia de esa agrupación kirchnerista.

«Máximo no me da órdenes. Eso es una ridiculez. La gobernadora (María Eugenia Vidal) lo dice para ver si hablamos de una cosa inverosímil en lugar de hablar del desastre que armaron en la provincia de Buenos Aires», sostuvo.

De esta manera, el ex ministro de Economía salió al cruce de su rival, que había asegurado que la gobernación de Kicillof equivalía al desembarco de La Cámpora en el Estado provincial, y que el verdadero plan era sentar las bases para que Máximo Kirchner asuma en 2023.

«Yo no estoy como candidato de La Cámpora. Yo no formé parte de la mesa directiva de La Cámpora. Yo era ministro de Economía y me decían: ´¿vos sos de La Cámpora?´ No, era ministro y no me daba órdenes La Cámpora porque era el ministro de Economía de la Argentina», insistió en diálogo con FM Milenium.

Además de despegarse de La Cámpora, agrupación de la que es muy cercano y en la que en algún momento tuvo inserción, rechazó tajantemente cualquier tipo de vínculo con el Partido Comunista y el marxismo, una etiqueta que partió del candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto.

«Yo ahora soy candidato de un frente que es más amplio que La Cámpora, que el kirchnerismo, más amplio que el peronismo con el Frente Renovador adentro, y soy candidato de ese espacio», reiteró.

Para Kicillof, el oficialismo hace «un trabajo permanente» de «demonización» de los principales dirigentes del kirchnerismo, entre quienes incluyó a Cristina Kirchner, a Máximo Kirchner y a él mismo, para que durante la campaña «se discuta sobre eso y no de que la gente se muere de hambre por culpa del presidente (Mauricio Macri) y de la gobernadora».

En tanto, el candidato dijo que la gobernación de la provincia es «el desafío más fascinante que uno puede tener» y admitió que será una tarea «difícil», pero lo atribuyó a «la circunstancia que está el país después de tres años y medio del bombardeo económico».

«No es muy distinto de ser ministro de un país donde el 40 por ciento es la provincia de Buenos Aires y ahí se contiene la mayor parte del tejido industrial de la Argentina, la mayor parte de la riqueza y de la pobreza de la Argentina», argumentó.

En una entrevista publicada este domingo por Página 12, Kicillof advirtió que durante la administración de Vidal «cierran 40 pequeñas y medianas empresas por mes» en la provincia, porque la gobernadora tiene «mucho marketing y poca gestión».

El ex funcionario nacional opinó que en el distrito hay una «emergencia productiva» ya que «son 1.200 puestos de trabajo directos cada mes que se pierden» y propuso un «plan de asistencia para empresas en condiciones de extrema debilidad».