Por Marcelo Chibotta

En el segundo piso del edificio de la municipalidad funciona la Secretaría General del gobierno local. El titular del área, Pablo Javkin, recibió en la oficina principal a Conclusión para responder dialogar al respecto de la función que cumple, de su pensamiento político y de sus expectativas para el futuro.

Afable y activo, el también secretario general de la Coalición Cívica ARI creada por Elisa Carrió, expresó que el despacho que ocupa, con abundante luz natural y vista al río, es algo que le debe agradecer a su primer antecesor en el cargo, Miguel Lifschitz.

Ante la primera pregunta sobre por qué decidió renunciar a su banca de diputado nacional luego del convite de la intendenta Mónica Fein para ocupar su actual cargo, Javkin aseguró: «Participé de la interna como candidato a intendente y me pareció que quienes nos acompañaron en las elecciones primarias y en la general, nos obligaban de algún modo a aportar nuestro trabajo en la ciudad. Si uno se propuso para una función cuya preocupación central está puesta aquí y muchos creyeron que podíamos hacer un aporte valioso, la respuesta correcta era renunciar a la banca y venirse sin sentirse ningún héroe ni nada. Me pareció que era una oportunidad muy interesante para un cargo ejecutivo tan importante, y además es nuestro lugar en el mundo».

Javkin Pablo 3 SalvadorEn otro sentido, y ya dentro de las responsabilidades que le cabe como secretario general, el funcionario se refirió a uno de los aspectos más importantes de su área, la descentralización municipal: «La ciudad inició la descentralización con un trabajo previo muy detallado en el que hubo que cambiar la administración del Estado y llevar adelante el proceso de construcción de los distritos y la apertura de los mismos».

Seguidamente, agregó que «luego vino una especie de meseta porque no es lo mismo inaugurar un edificio que mantenerlo todos los días en su rutina. Entonces, Mónica (Fein) nos pidió que tenemos que pensar la descentralización en relación a un principio de cercanía más efectivo».

«Además, a los distritos se le han ido agregando dependencias de organismos de otra jurisdicción como por ejemplo los registros civiles o como en este momento los centros de denuncia de distrito. También, en algunos estamos avanzando sobre la presencia de fiscalías, pero el cambio de la realidad de la ciudad ha hecho que los distritos empiecen a cumplir otras funciones que no fueron las originales y que obligan a repensar la descentralización», estimó.

Enseguida añadió: «También hay que fortalecer las áreas de servicios urbanos que son muy importantes porque estamos convencidos que ahí hay que dar una respuesta más fuerte. Esa respuesta inmediata al vecino que reclama el mantenimiento de la zanja o las tareas que lleva adelante el camión desobstructor «.

Más adelante, Javkin explicó que la intendenta también le pidió a su gabinete que pongan el acento en otros dos aspectos como son la convivencia y la sustentabilidad.

En ese sentido, el secretario general del municipio expuso que tales cuestiones «incluyen el transporte y el debate sobre el tránsito, sobre la organización de la circulación de la movilidad en la ciudad», además «de las reglas en común que estén ligadas con la seguridad»

«Hay un fenómeno que es el de la violencia urbana que atraviesa hoy a las ciudades grandes y por el cual Rosario está abarcada por él. No me gusta entrar en la discusión si más en una que en otra, porque parecía que la violencia urbana era un fenómeno exclusivo de Rosario en la Argentina y ahora nos damos cuenta que no», explicó.

También, el funcionario municipal dijo: «Frente a eso tenemos que volver a recomponer los tejidos sociales; esta es una ciudad que tiene la virtud de estar llena de instituciones, clubes, cooperadoras, vecinales, que siempre será el primer tejido con el cual se puede enfrentar la violencia».

«La Argentina fue uno de los pocos países del mundo que tuvo durante más de 60 años el desempleo de un dígito, de los años ’30 a los ’90 – consideró Javkin – y la organización de la vida familiar fue alrededor del trabajo. El shock de haber perdido esa organización es mucho más fuerte que una política social o una política económica determinada porque no sólo es un problema de ingreso, sino de estructuración del funcionamiento de la sociedad».

«Cuando se analiza la sociedad de hoy, se observa que el fenómeno de la violencia urbana  se ve sobre hogares que no están organizados en relación al trabajo y no tienen el funcionamiento ni la figura familiar que tenían antes. Por eso, otro debate que hay que dar es que uno convive en relación con la aceptación de reglas junto al otro y en la Argentina hay una tendencia a no aceptar las reglas y sin reglas no hay maneras de convivir», afirmó.

Otro aspecto que aJavkin Pablo Salvadortiende la Secretaría General es el de la mediación comunitaria, y al respecto de ello, Javkin informó: «Lo estamos compartiendo con el área de Control. Hay una alto nivel de conflictividad y la manifestación más dura es la cifra de homicidios. Si analizamos los casos observamos que se producen entre gente que se conocía, que vivía en la misma zona y que en muchos casos tenían lazos familiares».

«Estos son los temas que la ciudad tiene que enfrentar para reducir los fenómenos de violencia. Por ejemplo, el tema del fútbol es un factor importante de la violencia en la ciudad aunque siempre digo que actúa como uno de los catalizadores. En definitiva lo que hay es una ruptura del tejido social porque antes los barrios eran más integrados y se organizaban entre sí pero hoy no funciona eso», indicó.

– ¿Entonces el fútbol vendría a ser una especie de consecuencia y no causal de la violencia?

– Creo que sí. La pasión por el fútbol es una de las cosas más ricas que tenemos en la ciudad, pero creo que en definitiva los hechos violentos son producidos desde situaciones que están alrededor del fútbol desde la constitución de asociaciones ilícitas. Una vez escuché a un británico en un panel del que participé que hablaba de como Inglaterra había bajado los niveles de violencia en el fútbol e hizo una reflexión que me pareció interesante que decía: «nosotros teníamos un buen grado de violencia pero no eran organizaciones que cometían múltiples delitos. Era gente que cometía esos delitos en ocasión del partido, entonces la solución se dio a partir de controlar la violencia alrededor de los estadios».

¿Y en argentina es similar desde su visión?

En Argentina el fenómeno es más complejo. No es originado por un grupo violento que sólo comete delito cuando va a la cancha. Creo que nosotros ahí tenemos que animarnos a dar un debate de cómo el Estado debe controlar el espacio público y esto lo digo desde una visión progresista. Remarco esto porque aún con las dificultades que hay, se puede ir a un parque de la ciudad allí nos vamos a encontrar con miles de personas con una mesita, tomando algo y eso no se puede perder. Rosario es una ciudad que ganó espacios públicos comunes en sus terrenos más valiosos, en los que se puede ver al río desde un parque sin tener que pagar para acceder.

– ¿Y en los barrios no faltaría desarrollar una instancia de esta característica?

– Ese es el objetivo fundamental porque el espacio público es un gran ordenador de la vida en común y nosotros tenemos que lograr que eso no se pierda. Cuando hablo de esto, no hablo de los parques frente al río , también hablo de las plazas centrales de los barrios de la ciudad. Estamos muy decididos a hacer un programa por el cual vamos a priorizar por distrito 5 o 6 espacios públicos e intervenirlos de manera tal que esos espacios se consoliden por parte de la gente. Es muy difícil combatir la inseguridad desde el retraimiento, porque cuando la gente deja de salir es peor, entonces el Estado tiene que garantizar que salga. Una cosa es que una persona te pida una colaboración, porque socialmente atraviesa un momento difícil, y otra cosa es que te diga que para estacionar tu auto tenés que pagar 50 pesos porque si no te rompe el auto. Son límites difusos complejísimos a la hora de intervenir, pero son debates que debemos dar.

Segunda parte de la entrevista:

“Me encantaría ser intendente, pero no tengo una obsesión”

Fotos: Salvador Hamoui